Las investigaciones de la Guardia Civil para aclarar el crimen de Pontons siguen. El ADN de los restos humanos encuentros enterrados en la finca forestal son de la mujer con quien compartía la vida el detenido, el actor Jorge Ferrandis, de 43 años y nacionalidad española. Así lo ha confirmado la Guardia Civil esta mañana, después de recibir la información forense que así lo avala. Se trata de una mujer de 42 años, también de nacionalidad española, Ruth R.P., quien la policía cree que mantenía una relación sentimental con el hombre detenido, aunque todavía no han aclarado a qué nivel. Lo que estaba claro es que no llegaron a estar nunca casados.

 

Según las informaciones que se han podido saber del caso, Ferrandis, presuntamente, mató a la mujer y después de trocearla, la guardó en un congelador, hasta que decidió transportarla hasta Pontons, en el Alt Penedès (Barcleona), donde la enterró en una finca que había comprado hacía poco. La soterró a más de un metro, después de cavar una fosa y plantar encima plantas de lavanda. Los movimientos del suelo llevaron a unos vecinos a hablar con el consistorio, para intentar aclarar que hacía a aquel misterioso vecino que decía ser actor, pero que nadie conocía.

El comportamiento del hombre, que siempre iba vestido de negro, acabó finalmente con la intervención de la Guardia Civil, que envió su unidad medioambiental para comprobar qué estaba haciendo. Aunque habían sospechado que estuviera enterrando animales sin el correspondiente permiso penitenciario, finalmente comprobaron que el que estaba enterrado era el cuerpo de una persona.

La investigación del crimen de Pontons, sigue

Las investigaciones llevaron directo a Jorge Ferrandis, que aceptó que había sido él quien había enterrado a la mujer. En sede judicial explicó que había sido él también quien la había matado y troceado, aunque mantenía, y todavía asegura, que lo hizo a petición de la mujer. La Guardia Civil ha tirado el hilo para confirmar primero que los restos encontrados, que estaban divididos en varias bolsas de basura de color negro, eran de la mujer que él decía haber matado y poder confirmar como se había desarrollado el crimen.

Las pruebas de ADN han confirmado esta primera duda. Los restos eran de la mujer, con quien él había mantenido una relación sentimental y a quien presentaba como su pareja. Al mismo tiempo, sin embargo, los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil mantienen abierta la investigación para aclarar qué pasó. Si bien durante tres días se revolvió a fondo el piso de la calle de Castillejos de Barcelona donde el hombre había convivido con la mujer, todavía no se ha podido cerrar el caso. Jorge Ferrandis, después de ser arrestado, ingresó en prisión provisional y sin fianza, mientras avanzan las diligencias y a la espera de juicio.