El único que ha quedado en libertad de los seis jóvenes alemanes que el pasado jueves violaron, presuntamente, a una chica de la misma nacionalidad en un hotel de Palma (Mallorca), ha evitado la prisión por haber declarado que, durante los hechos, él "estaba durmiendo en el sofá", y que no se dio cuenta de nada. Esta versión se sostiene, de momento, dado que los investigadores de la Policía Nacional no han podido identificarlo en las imágenes que encontraron en el móvil de uno de ellos, y que muestran parte de la agresión sexual en grupo que sufrió la joven de 18 años.

Los chicos, de entre 21 y 23 años, declararon ante el juez el pasado sábado, en una vista que se alargó desde las diez de la mañana hasta la noche. De los cinco que el titular del juzgado de instrucción número 8 ha enviado a la prisión, uno reconoció que se excedieron con la víctima, mientras el resto de los compañeros negaban en todo momento la violación, y sostenían que las relaciones entre ellos y la chica fueron consentidas. A estas alturas los cinco se encuentran entre rejas, de manera provisional y sin fianza, a la espera de que se celebre el juicio contra ellos. La policía española mantiene la investigación abierta para determinar el grado de implicación de cada uno de los jóvenes, que también se enfrentan a cargos por un delito contra la intimidad y otro de revelación de secretos por haber grabado la agresión.

La policía sigue recabando pruebas

El pasado viernes los agentes de la Policía Científica analizaron a fondo la habitación donde ocurrió presuntamente la violación grupal, en un hotel de la avenida Fra Joan Llabrés, muy cerca de la zona de ocio de la playa de Palma, donde la víctima conoció a uno de los acusados. La estancia estaba llena de restos biológicos, entre semen y otros indicios, que los investigadores han enviado al laboratorio forense para analizarlos y determinar, así, la implicación de los jóvenes en los hechos. Por su parte, la Policía Judicial examinó los móviles de los detenidos, donde encontraron, al menos, un vídeo sobre los hechos, prueba determinante que ha enviado a cinco de ellos a la prisión.

La versión de la chica y de los acusados coincide sobre los primeros detalles de los hechos. La víctima, que estaba de vacaciones en Mallorca con sus amigas, conoció a uno de ellos mientras estaban de fiesta, y mantuvo relaciones consentidas con él en la playa. Después de eso, el chico le ofreció continuar la noche en su hotel, a lo que la chica accedió, y volvieron a mantener relaciones una vez en la habitación. En este punto, sin embargo, difieren las declaraciones. Mientras los jóvenes aseguran que todo fue consentido, la chica afirma que, en un determinado momento, el chico con quien estaba dejó entrar a sus amigos, y le propusieron mantener una orgía. Ella se negó y decidió marcharse, viendo que los chicos insistían mucho, pero no la dejaron, y la forzaron entre todos.

La joven pudo deshacerse de sus agresores y se refugió en el lavabo. Uno de ellos, según declaró él mismo, se acercó a ella y le pidió perdón, acompañándola, incluso, a recepción para llamar a las autoridades. La policía detuvo in situ a cinco de los seis acusados, y al día siguiente también pudieron atrapar al sexto, el chico que había invitado a la víctima al hotel, y que había intentado huir.