Un nuevo accidente mortal en el Cáucaso georgiano ha costado la vida a una esquiadora catalana en Ushguli. La mujer, Yolanda, de 53 años y agente de la Guardia Urbana de Tarragona, ha fallecido este miércoles sepultada por un alud mientras practicaba el popular deporte invernal en las montañas, en la frontera con Rusia, aunque en la región de Esvaneti, en Georgia. Según han explicado fuentes cercanas al caso y testigos presenciales a ElCaso.com, la avalancha ha provocado que varias personas quedaran atrapadas por la nieve, momento en el cual los equipos de rescate se han dirigido al lugar y han intentado sacar de entre la densa nieve a la mujer, pero cuando la han logrado extraer, ya había muerto.
Así ha sido el rescate de la esquiadora catalana muerta en Georgia
Mientras la representación diplomática de España en Tiflis, la capital georgiana, —dado que la embajada española más cercana se encuentra en Ankara, Turquía— realiza las gestiones oportunas con las autoridades locales para prestar toda la asistencia consular necesaria a los afectados, los equipos de rescate mantienen su actuación en la zona. La esquiadora, que ha perdido la vida este miércoles, iba junto a otras cinco personas, todas catalanas, que han resultado ilesas, y dos de ellas también han quedado atrapadas en el accidente.
Según ha podido saber ElCaso.com, un helicóptero de la Región de Esvaneti ha rescatado el cuerpo sin vida de Yolanda y ha sido llevado, desde una zona cercana a las carreteras y propicia para aterrizar, hasta una ambulancia. Una vez allí, el equipo militar y médico, ambos presentes en la operación de rescate, la han trasladado en una unidad terrestre de emergencias hasta un hospital cercano, tal como han explicado fuentes presenciales a este medio. Ushguli, donde ha sucedido el accidente mortal, es un destino popular para practicar esquí de montaña, especialmente para los ciudadanos de Europa Occidental, aunque no es la primera vez que se cobran la vida de varios turistas.
Ushguli y los accidentes de turistas en el Cáucaso georgiano
Los habitantes de este famoso, aunque prácticamente despoblado, enclave en el norte de la región de Mingrelia-Alta Esvanetia, no es la primera vez que ven a una esquiadora de Europa Occidental quedar sepultada por un alud en estas montañas que superan los 5.000 metros de altura. De hecho, Ushguli está a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar y está considerado el asentamiento humano más elevado del continente europeo. Y es un destino muy popular, no solo por su naturaleza, sino por los edificios protegidos por la Unesco, que los clasificó como Patrimonio de la Humanidad en 1996.

Varios habitantes de la zona narran a este medio que "cada pocos años" hay una fatal avalancha que, generalmente, se cobra la vida de algún turista que viene a practicar deportes extremos a la zona. De hecho, en la misma región de Esvaneti, en 2014, un grupo de franceses y alemanes fueron alcanzados por un alud y, de los cinco integrantes, murieron dos. También se recuerda el fallecimiento en los últimos años de otros, por lo que los equipos de rescate de la zona siempre están alerta, especialmente en los años de copiosas nevadas en las montañas georgianas.
También cerca de las estaciones de esquí...
Pero este tipo de avalanchas, aunque también se producen en cordilleras elevadas como los Pirineos, la Penibética o los Alpes, en el Cáucaso son de gran intensidad. Las montañas más altas superan los 5.000 metros de altura y el esquí libre de montaña frecuentado por viajeros de Europa Occidental es el que más decesos deja cada década en el país. Pese a que también cerca de las estaciones de esquí, donde los turistas rusos y bielorrusos son mayoría, también se han producido incidentes similares.
En 2017, un turista francés murió en una avalancha en el municipio de Kazbegi, también limítrofe con Rusia y muy cerca del complejo turístico y las pistas de esquí de Gudauri. Ese mismo año, además, dos turistas murieron en otra avalancha en Georgia, en Svaneti un alemán y en Kazbegi un húngaro. Con la pandemia y el cierre de fronteras, la afluencia de turistas disminuyó, aunque ahora se ha vuelto a incrementar y el país se perfila como un destino atractivo para ciudadanos franceses, alemanes o españoles. Aunque es un lugar seguro para practicar deportes de montaña, según apuntan las fuentes consultadas por este medio, los aludes son habituales y el conocimiento de la zona es crucial.