Ha caído en Barcelona un hombre italiano que tenía una orden de búsqueda y captura internacional emitida por las autoridades judiciales de su país hace años. Su detención fue de la manera más simple posible: el hombre no llevaba su documentación cuando la policía se la pidió. Tal como manda el protocolo, el individuo tuvo que ser trasladado a las dependencias policiales, y una vez se le practicó el registro dactilar, los agentes descubrieron que sobre él constaba un código rojo de la Interpol, es decir, una palabra clave que usa la policía cuando a un sospechoso le consta una orden de captura. 

Los hechos ocurrieron el lunes, 13 de octubre. Una patrulla de la Policía Nacional de España se encontraba realizando tareas de patrullaje preventivo de la estación de autobuses Barcelona-Nord, situada en el distrito del Eixample, cuando vieron a un hombre, con actitud sospechosa, que se puso nervioso cuando detectó la presencia de los agentes. La policía quiso identificarlo y, al saber que era extranjero, le preguntaron el motivo de su visita a Barcelona. El individuo, sin embargo, empezó a dar respuestas inconexas, sin ningún tipo de sentido y contradiciéndose cada vez que los agentes le preguntaban algo. Además, declaró que no llevaba la documentación encima, pero sí una mochila.

1.305 kilogramos de hachís

Los agentes, con el fin de saber quién era el hombre que tenían delante, registraron las pertenencias del individuo, que había llegado a la estación en un autobús desde Valencia. La documentación no la encontraron, pero sí encontraron dos paquetes que contenían doce planchas de hachís envasadas al vacío, con un peso total de 1.305 kilogramos. Además, los agentes intervinieron cuatro teléfonos móviles y una agenda manuscrita con diferentes datos. Con esto la Policía Nacional de España lo detuvo como supuesto autor de un delito de tráfico de drogas y lo trasladó a las dependencias policiales del Complejo de La Verneda, con el fin de poder conocer su verdadera identidad.

Narcotraficante buscado internacionalmente 

Mediante sus huellas dactilares, la policía descubrió que se trataba de un hombre de nacionalidad italiana y que sobre él pesaba una Orden Europea de Detención y Entrega por un delito contra el tráfico de drogas y un delito contra las personas. Esta orden se había activado por las autoridades italianas hace años. 

Los agentes supieron que sobre el individuo constaba una reclamación policial en vigor desde la Divisió d'Investigació Criminal de los Mossos d'Esquadra. Además, también había vigentes dos requisitos judiciales de detención, uno en Barcelona y otro en Mataró, y una tercera orden en España, concretamente en Madrid. Todos los asuntos judiciales y policiales que el hombre tiene pendientes están relacionados con delitos de tráfico de drogas y falsificación documental.

Libreta investigada

La Policía Nacional de España, junto con la Policía de Italia ha abierto ahora una investigación conjunta para averiguar qué datos hay escritos en la agenda que intervinieron al hombre. El manuscrito podría incluir detalles que los cuerpos policiales podrían considerar importantes para descubrir nuevos delitos y encontrar más narcotraficantes.