Desde el pasado 2 de marzo de 2023, hace un año, que los Mossos d'Esquadra, de manera conjunta entre los agentes de investigación de la comisaría del Prat de Llobregat y de la DIC de la región metropolitana Sur que investigaban un clan familiar, de etnia gitana, que controlaba el barrio de Sant Cosme, en el Prat de Llobregat (Barcelona), para cultivar y vender grandes cantidades de marihuana. Este pasado 29 de febrero, tal como adelantó ElCaso.com, se decidió explotar la investigación asaltando diversos de los pisos de este barrio complicado del área metropolitana. Los Mossos d'Esquadra, con equipos de intervención, de la Brimo y del ARRO, accedieron en algunas viviendas y pudieron detener doce personas en los diez registyros que se hicieron sobre todo en el Prat, pero también en Sant Adrià de Besòs y en Tarragona, donde el entramado criminal tenía algunas de sus ramificaciones.

Los Mossos pudieron identificar, durante la investigación, ocho integrantes activos de la organización y varios colaboradores que facilitaban puntualmente la actividad criminal, así como otros domicilios en los cuales se desarrollaba la producción de la marihuana. Habían accedido en varios habitáculos escondidos, como sótanos y techos, y los habían convertido en plantaciones de interior que funcionaban a todo trapo.

 

Como resultado del dispositivo, según han explicado los Mossos d'Esquadra hoy, los investigadores pudieron detener a doce personas con edades comprendidas entre los 20 y los 52 años y localizaron seis plantaciones en las cuales se intervinieron 860 plantas de marihuana, 7.802 gramos de ovillos de marihuana, 9.150 gramos de cocaína y 18.460 euros en efectivo. El valor total de la droga al mercado negro asciende además de 500.000 euros. También se ha podido constatar que se habían estafado casi 200.000 euros de las conexiones fraudulentas en la red eléctrica.

Encuentran un taller artesanal de armas de fuego

No es la primera vez, y desgraciadamente no será la última, que los Mossos asaltan el barrio de Sant Cosme del Prat de Llobregat para desmontar organizaciones criminales que se dedican al tráfico de marihuana y otros tipos de drogas. En esta ocasión, sin embargo, la policía ha localizado, en uno de los pisos registrados, un taller artesanal de armas en el cual se intervinieron dos armas de fuego caseras. También se pudo localizar munición. Ya se habían encontrado también armas de guerra en este barrio. Este hallazgo demuestra, según la policía, un paso más en la escalada de violencia relacionada con el tráfico de marihuana. La mayoría de incidentes que se registran en Catalunya con presencia de armas de fuego tienen relación con este rentable negocio. Sin ir más lejos, los Mossos d'Esquadra mantienen abierta una investigación, tal como adelantó ElCaso.com, por un tiroteo con los detenidos en esta operación a la salida de los juzgados del Prat, hace dos sábados. Un enfrentamiento con otro clan acabó a tiros y con un herido.

Pero el uso de armas de fuego es un hecho que preocupa y mucho a la policía catalana. La semana pasada un equipo del ARRO que estaba asaltando un piso donde se escondían tres jardineros de la marihuana, en Dosrius, fueron recibidos a tiros. El escudo balístico evitó una desgracia. Los tres hombres, los tres de nacionalidad albanesa, pudieron ser detenidos e ingresaron en la prisión.