Sale a la luz un nuevo caso de acogidos en casa del canónigo emérito de la Catedral de Valencia asesinado hace poco más de dos semanas en su casa. Tras conocerse que el principal sospechoso detenido por la Policía Nacional era un chico, de 34 años y origen latinoamericano, con el que había mantenido una relación de carácter sexual, además de los jóvenes y hombres sin hogar que llevaba a su piso para tener sexo "a cambio de una ayuda económica", ahora se ha conocido un sintecho que apareció prácticamente desnudo y muerto en su cama. Los hechos de este último caso sucedieron hace aproximadamente diez años, en 2013, y el caso quedó archivado pese al revuelo a nivel local que suscitó.

Un sintecho apareció muerto en calzoncillos en casa del cura

El sintecho, de 57 años y nacionalidad rumana, apareció en calzoncillos sobre la cama del canónigo emérito de la Catedral de Valencia, Alfonso López Benito, en diciembre de 2013, según ha avanzado el diario Levante-EMV. Este caso se produjo en un piso de su propiedad, en la calle Gobernador Viejo, lugar que era su residencia antes de trasladarse al número 22 de la calle Avellanas, muy cercana a la seo valenciana. El deceso del hombre se produjo poco antes de las fiestas navideñas, el 18 de diciembre. El sacerdote avisó a emergencias y dijo que le había dado un ansiolítico porque se encontraba mal y poco después falleció.

Todo apuntaba a un ataque al corazón. Y así se pudo confirmar poco después en la autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal (IML) de Valencia. Pero, según ha explicado el medio citado, nadie preguntó nada ni siquiera cómo había ocurrido. Al tratarse de una muerte supuestamente natural, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional no llegó a intervenir y el juzgado que llevaba el caso lo archivó un año más tarde, el 4 de febrero de 2014.

Investigan los contactos sexuales y la extorsión del sacerdote

La Policía Nacional que lleva el caso va descubriendo cada día nuevos casos, incluso el de una persona con discapacidad a la que supuestamente engañó. El relato de los vecinos del canónigo emérito también han permitido averiguar que esta clase de contactos eran habituales en el sacerdote y que, al parecer, solía mantener relaciones sexuales. Además, estas mismas fuentes aseguran que el religioso podría haber sido víctima de una extorsión por este tipo de comportamiento, o al menos un intento, con anterioridad, dado que no era la primera vez que un canónigo de la Catedral de Valencia aparece vinculada a una de estas tramas sexuales.

El tema de la extorsión también surgió hace unos meses en el área de influencia de la Catedral de Valencia. Otro compañero fallecido del canónigo emérito asesinado fue extorsionado por una mujer, que al parecer ejercía la prostitución y tras mantener relaciones con un clérigo le pidió dinero asegurando estar embarazada. En este caso, la víctima no presentó denuncia por lo que el caso no trascendió.