Los Mossos siguen celebrando las Esquadres, la celebración patronal de la policía de Catalunya, que alrededor de Sant Jordi —este año, aplazadas por el gran apagón— homenajea a aquellos agentes del cuerpo que, en los últimos 365 días, con sus acciones de mérito, han sobresalido. Un día para celebrar y también para poner en valor un trabajo que, en los últimos tiempos, ha estado rodeada de polémica. También es un buen momento para escuchar a los mandos dirigirse a su tropa. Lo hizo el comisario Sergi Pla, en un viral mensaje a los mandos y políticos en defensa de los policías, y también lo he hecho, este martes, desde el teatro de la Passió, en Esparreguera, el comisario Eduard Sallent, comisario jefe de la región metropolitana sur, en la celebración del día de las Esquadres de esta región que ahora comanda, después de ser destituido como jefe del cuerpo con el cambio de Govern.
El comisario Sallent es más de Atenas que de Esparta, si seguimos el símil del comisario Pla, pero el discurso, con más reflexión que épica, con más frialdad que acción, ha servido para decir, aunque con diferentes palabras, de fondo, lo mismo. A modo de prólogo, ha recordado que durante las últimas semanas, entre el día que se tenían que celebrar las Esquadres y hoy, han pasado muchas cosas: desde el apagón que obligó a retrasar el acto, hasta el atropello en Cornellà minutos antes del derbi entre el Barça y el Espanyol, recordando también la nube tóxica a raíz del incendio en una fábrica de Vilanova i la Geltrú. Sallent ha confirmado que la policía tiene que afrontar una complejidad hasta ahora no vista y que eso está generando unos cambios estructurales en el delito. "La violencia en sus diferentes vertientes sigue creciendo", ha asegurado. La violencia machista, la violencia contra los niños, "la violencia política" y también, y sobre todo, la violencia contra la policía. Para el mando, la delincuencia más especializada y más organizada, y su sofisticación y capacidad de acceso a armas de todo tipo, dificulta cada vez más la actividad policial. El tráfico de drogas, el tráfico de personas, el tráfico de armas o el cibercrimen "están demasiado presentes en Catalunya", ha apuntado Sallent durante su discurso.
"Determinación y convicción, no podemos perder ningún barrio"
Pero el comisario también ha enviado un mensaje claro. En Catalunya han eclosionado barrios, "de unas incipientes banlieues", con fenómenos de marginalidad y de segregación urbana, donde las tensiones sociales presentan estallidos que se tienen que gestionar de manera compleja. "Con firmeza con quienes la hacen y con la complicidad de la comunidad". "En eso no podemos dar ni un paso hacia atrás, no podemos perder ninguna calle ni ningún barrio. Tenemos que actuar con determinación y convicción", ha asegurado Sallent. El trabajo de la policía, avisa Sallent, uno de los hombres con más teoría policial a sus espaldas, es cada vez más complejo, con más hostilidad y más armas en las calles y las actuaciones del día a día.

El comisario Sallent también ha enviado un mensaje directo a la tropa y a los agentes que cada día salen a la calle a ayudar a los demás. "En un tiempo en que la superficialidad, la apariencia y la insustancialidad están tan presentes, nosotros aportamos autenticidad. Lo hacemos en cada servicio y en cada incidente en el que defendemos derechos y libertades, donde reforzamos la convivencia y donde protegemos a los más vulnerables. Y eso es lo que da sentido a nuestra vida. Nosotros somos Mossos d'Esquadra, no hacemos de mossos, la nuestra es una vocación, una profesión, una forma de vida consagrada al servicio de los demás".
Caso Ángel
Durante el acto, con la presencia del jefe del cuerpo, el comisario Miquel Esquius, y la ausencia de la consellera de Interior, Núria Parlon, que aunque tenía previsto asistir, ha excusado su asistencia por su presencia en la reunión del Consell Executiu, se han condecorado a varios agentes con medallas y felicitaciones por sus acciones de mérito, como, una de las que ha recordado el comisario, la investigación que hicieron desde la División de Investigación Criminal (DIC) de la región para aclarar la muerte de un bebé que fue encontrado sin vida en un contenedor en Cubelles, lo que se bautizó como 'caso Ángel'. Una pareja abandonó a la criatura, pocos días antes de Navidad, que todavía lloraba, pero nada se pudo hacer para salvarle la vida. Dos meses más tarde pudieron detener a la madre, al padre y a los abuelos. Los progenitores ingresaron en la cárcel.