Los robos de cadenas de oro y otros objetos de valor, como relojes de lujo, han aumentado notablemente en Catalunya en los últimos años. Es habitual que la policía reciba avisos diarios de tirones violentos, que afectan no solo a los ciudadanos, sino también a los turistas, que son testigos de cómo se ha degradado la seguridad en los últimos meses. El último caso de tirón violento es el que pasó hace pocos días a Barcelona.

El pasado sábado, 13 de septiembre, un binomio de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guàrdia Urbana de Barcelona, que estaba haciendo patrullaje preventivo contra los delitos, en servicio de paisano, vio cómo un hombre sustraía, con un tirón violento, una cadena con un colgante de oro a un chico que estaba en la playa de Somorrostro, en la capital catalana y huyó del lugar. Los agentes dieron la descripción del individuo a otros indicativos de la Guardia Urbana e iniciaron un operativo para poder localizarlo e identificarlo.

Detenido por robo con violencia

El ladrón, para evitar ser detenido y eliminar pruebas del delito que había cometido, escondió la joya en la arena de la playa, situada en el distrito de Ciutat Vella. Los agentes de la Guàrdia Urbana encontraron la pieza —valorada en 1.500 euros— enterrada y la devolvieron a la víctima, que presentó una denuncia formalmente. Finalmente, la Guàrdia Urbana detuvo al hombre como supuesto autor de un robo con violencia. El Ayuntamiento no ha querido revelar ni la nacionalidad ni la edad del individuo, ni tampoco si tiene antecedentes policiales.

El episodio del robo de la cadena de oro en la playa de Somorrostro evidencia hasta qué punto las sustracciones violentas siguen siendo un reto, no solo para la ciudad de Barcelona, sino también para toda Catalunya. En este caso, a pesar de la rápida actuación de la Guàrdia Urbana, los vecinos reclaman más prevención y presencia policial para frenar unos delitos que disminuyen la percepción de seguridad.