Golpe de los Mossos d'Esquadra contra los ladrones especializados en el robo de motocicletas en el área metropolitana de Barcelona. Según ha podido saber ElCaso.com, este miércoles se ha llevado a cabo la explotación de una investigación llevada a cabo por la Comisaría General de Movilidad de la policía catalana, junto con las Unidades de Investigación de Barcelona, de la Región Metropolitana Sur y la Región Metropolitana Norte. Se han hecho, como mínimo, entradas y registros en Sabadell y L'Hospitalet de Llobregat y se ha detenido a un total de once personas, entre los cuales se encontraban los principales miembros del grupo organizado. Los detenidos, todos hombres de entre 23 y 43 años, acumulaban un total de 46 antecedentes relacionados mayoritariamente con delitos contra el patrimonio.

Desmontadas y vendidas por piezas en el mercado negro

Los miembros del grupo criminal se dedicaban a robar motocicletas en la ciudad de Barcelona y otros municipios de los alrededores, la zona de Catalunya donde más robos de estos vehículos de dos ruedas se producen, ya que acostumbra a haber un número más elevado. Acto seguido, las llevaban a unos almacenes que tenían en municipios del área metropolitana y allí las desmontaban y las desguazaban. Una vez las tenían separadas por piezas, estas se iban vendiendo en el mercado negro. 

Después de un largo tiempo de investigación, los Mossos han decidido hacer la explotación del caso con varios registros y la detención de varias personas. En su habitual exceso de celo, los Mossos no han querido dar la nacionalidad de los arrestados, aunque ElCaso.com ha podido saber que se trataría de personas sudamericanas. El caso, en estos momentos, se encuentra bajo secreto de sumario por orden judicial y desde la policía catalana no han querido facilitar más información del operativo ni dar detalles.

Un entramado criminal con un modus operandi muy especializado

Los detenidos formaban parte de una organización criminal muy bien organizada. Esta operaba en dos grupos diferenciados: un grupo operativo, encargado de cometer los robos, y un grupo logístico, que se encargaba del traslado y desguace de las motocicletas sustraídas. El modus operandi consistía en acceder a los parkings comunitarios mediante robos con fuerza, donde las motocicletas eran seleccionadas minuciosamente por el líder del grupo. Sustraían las motocicletas y mediante herramientas especializadas para ponerlas en marcha, las encendían y huían de los parkings con los mismos vehículos.

Una vez sustraídas, las motocicletas eran escondidas en almacenes o garajes, y desmontadas para facilitar su transporte y posterior envío al norte de África. Con la finalidad de transportar las motocicletas, las piezas eran camufladas con otras mercancías en furgonetas para ser enviadas a través de transporte marítimo.

En el transcurso de la investigación, el pasado 8 de marzo, los Mossos d'Esquadra interceptaron en Girona una furgoneta en la AP-7 que circulaba con un excedente de peso muy notable. Fruto de las gestiones que se llevaron a cabo en el punto donde pararon el vehículo, localizaron en el interior una motocicleta que constaba como sustraída con la intención de enviarla fuera del Estado. En este caso, la ruta prevista establecía una primera parada en un puerto del sur de Francia para transportarla hacia su destino final en el norte de África.