La Guàrdia Urbana de Lleida denunció el pasado 11 de agosto a tres individuos por desobediencia a la autoridad y por repartir alimentos en mal estado en poblaciones como Mollerussa y Tàrrega, ambas poblaciones Lleida.

La actuación policial empezó cuando una patrulla de la Guàrdia Urbana de Lleida vio circular por la carretera LL-11 una furgoneta que marcaba una temperatura del termostato mucho más elevada que la permitida en la normativa: estaba a 17 grados cuando tendría que haber estado en -18. En aquel momento, la Unitat d'Investigació y la Policía Administrativa de la Guàrdia Urbana identificó a los tres individuos: los dos ocupantes del vehículo y el propietario de la empresa a la cual pertenecía el furgón.

La veterinaria municipal, después de hacer una inspección, determinó que los productos de dentro del vehículo, en la mayoría carne y comida congelada, no era apta para el consumo y ordenó su destrucción. Concretamente, se concluyó que la temperatura de los productos era mucho más elevada que la que exigía el protocolo y que muchos alimentos habían roto la cadena del frío.

La colaboración policial, clave para parar el transporte de los alimentos

Aunque la Guàrdia Urbana de Lleida ordenó a los dos individuos en que enviaran los productos a un centro de residuos para que se destruyeran y les dio un plazo de 48 horas para acreditar que se habían deshecho de los productos en cuestión, los dos ocupantes del vehículo continuaron su trabajo del día, desplazándose a Tàrrega y a Mollerussa.

En aquel momento, la policía de Lleida, que había abierto diligencias, avisó a las policías municipales de las localidades donde tenían que hacer el reparto, y gracias a su colaboración se pudo detectar los productos en los establecimientos donde se había hecho ya el reparto, destruyéndolos y evitando así su compra o un posible consumo.

Finalmente, la Guardia Urbana de Lleida instruyó diligencias penales contra el propietario de la empresa por un delito contra la salud pública y desobediencia a los agentes de la autoridad, ya que continuó el reparto y se informó a Inspección de Trabajo de que uno de los dos ocupantes del vehículo trabajaba sin contrato. Además, se tramitó una denuncia en el Departamento de Transportes de la Generalitat contra el conductor de la furgoneta para no respetar la cadena de frío.