Una semana después de la muerte de Erika, la niña de 14 años que era asesinada por su vecino, Igor Postolache, a puñaladas, la madre del asesino ha dedicado una emotiva y controvertida carta a la familia de la víctima, en la que ha pedido perdón en nombre de sus familiares por el "inimaginable" dolor que su hijo ha causado a la familia de la menor, que volvía del instituto cuando el acusado, de 31 años, la interceptó y apuñaló hasta la muerte en su casa de Oviedo.

La emotiva carta de la madre del asesino de Erika

El comunicado se ha hecho público este lunes desde el abogado de la familia de Igor, que estaba obsesionado con la pequeña Erika Yunga, a quien había conocido semanas antes, cuando el joven de origen moldavo se mudó al primer piso del edificio en el que vivía la víctima junto a sus padres y hermanos en la cuarta planta. En el mensaje, redactado por la madre y en nombre de su familia, piden perdón por el "inimaginable" dolor que están sufriendo los seres queridos de la niña.

La madre del asesino de la niña ha dedicado una carta a la familia de Erika / EFE

"Yo misma no me lo perdono", afirma la mujer, que prosigue asegurando: "Tanto yo como mi familia lamentamos profundamente los hechos sucedidos, que nunca pudimos imaginar y que nos acompañarán el resto de nuestras vidas". La madre de Igor Postolache, de 31 años, había conseguido traerlo a Asturias cuando tenía 17 tras conseguir el reagrupamiento familiar para él y su hermana después de años viviendo en España para trabajar por ellos.

Pide perdón por un "dolor inimaginable"

La carta también resalta que, aunque la sociedad tiene procedimientos judiciales para castigar este terrible hecho, son conscientes de que nunca se podrá restituir el profundo daño causado a Erika y a su familia, de origen ecuatoriano, a la que pide perdón asumiendo un "dolor inimaginable". Así, asegura que le parece comprensible si la familia de la niña asesinada no acepta sus disculpas, pero detalla que si en un futuro se lo permiten, le gustaría hacerlo en persona.

Este comunicado llega después de que el viernes se dictase desde el Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para Postolache, acusado de asesinato y tentativa de agresión sexual, medida que será efectiva cuando reciba el alta del hospital en el que se encuentra bajo vigilancia y al que fue trasladado el día del crimen por las heridas que él mismo se causó al ser descubierto por la policía junto al cadáver de la menor.

Igor Postolache sigue en el hospital, desde donde pasará a prisión provisional / EFE

El pasado viernes el Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo dictó auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza para Postolache y le atribuyó un delito de asesinato y otro de agresión sexual -de lo que tenía antecedentes- en grado de tentativa, una medida que se llevará a efecto cuando reciba el alta en hospital al que fue trasladado para ser atendido de lesiones por arma blanca que se infligió tras cometer el crimen.

Igor, un joven obsesionado con la niña y con antecedentes

El detenido se acogió a su derecho a no declarar y la magistrada decretó la prisión provisional al considerar que existe riesgo de fuga, de destrucción de pruebas y de reiteración delictiva. Y es que no era la primera vez que se encontraba con problemas con la justicia: en 2020 fue absuelto de un delito leve de amenazas y condenado con una multa de 8 euros diarios durante 2 meses por un delito leve de coacciones.

Además, Igor llevaba apenas tres semanas viviendo solo en el piso de la primera planta del número 69 de la calle Vázquez de Mella, en el barrio de Vallobín, donde Erika vivía con su familia, en otra vivienda de la cuarta planta. Hasta allí se dirigía la víctima el pasado martes para comer después del instituto, pero después de que le abriesen el portal no subía a casa, por lo que el padre envió a su hermano a buscarla, quien se encontró el reguero de sangre en el rellano, que conducía hasta casa de Postolache y en la que encontraron el macabro escenario del crimen.