El juzgado de instrucción 5 de Tarragona ha denegado la libertad al pistolero de Tarragona, Eugen Sabau, el día antes de que reciba la eutanasia. El abogado de Sabau había pedido la libertad para su cliente a fin de que se pudiera despedir de la familia desde un hospital convencional, pero la justicia ha decidido que permanecerá en su celda. Es la decisión que ha tomado la titular del juzgado, Sònia Zapater, un día antes de que el detenido reciba la eutanasia, porque considera que podría haber riesgo de huida.
El pistolero no ha pedido perdón a las víctimas
La petición de libertad fue presentada el pasado 16 de agosto, pero no ha sido hasta este lunes que la jueza no ha respondido. La magistrada ha denegado su libertad alegando que hay indicios de la comisión de varios delitos de homicidio en grado de tentativa, a la vez que si se traslada el detenido en un hospital convencional, "cualquiera tercero, familiar o amigo, podría acceder fácilmente y facilitarle la huida". Además, la jueza destaca que en ningún momento el acusado ha pedido perdón a las víctimas ni ha mostrado síntomas de arrepentimiento.
Hirió a tres excompañeros de trabajo y un agente de los Mossos
El pistolero de Tarragona, un hombre de nacionalidad rumana, de 45 años y vecino de Alcover (Alt Camp) fue detenido el pasado mes de diciembre de 2021 por herir a tres excompañeros de trabajo y un agente de los Mossos d'Esquadra. Posteriormente, fue ingresado en un módulo penitenciario del Consorcio Sanitario de Terrassa (Vallès Occidental), a causa de la lesión medular irreversible, así como problemas de movilidad a raíz de la amputación de una de sus piernas. La petición de la eutanasia es expresada por el hecho de convivir con un sufrimiento físico grave y que impide hacer vida normal. La Comisión de Garantías y Evaluación, que es el órgano encargado de aprobar la autorización de la eutanasia a una persona, confirmaba a principios de este mes de agosto que el pistolero cumplía todos los requisitos necesarios para recibir este procedimiento. Finalmente, la justicia decidió que se le practicaría la eutanasia este martes 23 de agosto.
El individuo también pidió antes de morir poder despedirse de sus familiares, pero la respuesta de Zapater también ha sido tajante y considera que este contacto "está garantizado por el centro penitenciario", que no se han acreditado incidencias en este derecho y que si se le concediera la libertad trasladándolo al Hospital de Terrassa, recibiría "las mismas prestaciones y cuidados sanitarios". "Si bien lógicamente dejaría de estar sometido a vigilancia policial, no se advierte que esta circunstancia pudiera afectar de forma evidente a su situación personal, ya que su situación física le impide abandonar en este momento el entorno hospitalario", concluye.
Las víctimas no aprueban el proceso de eutanasia
Aunque la justicia apruebe que el pistolero se someta a la eutanasia, las víctimas —un agente de los Mossos y tres antiguos compañeros de trabajo— se muestran indignadas. De hecho, ya presentaron al Tribunal Constitucional los recursos con los cuales querían paralizar la muerte asistida de Marin Eugen, pero este la rechazó.
Las víctimas de los ataques del pistolero, algunas de las cuales resultaron heridas graves, consideran que el hecho que Eugen Sabau reciba la eutanasia los causa desamparo y los impide tener un juicio justo, a la vez que conocer las verdaderas motivaciones de su agresor a la hora de abrir fuego contra ellas. A pesar de todos los esfuerzos por impedirlo, el pistolero de Tarragona ha salido con la suya y recibirá la eutanasia precisamente mañana, el 23 de agosto.