La Policía Local de Tortosa ha detenido a un hombre después de cometer cinco robos seguidos por la ciudad. El primer aviso lo recibieron en torno a las ocho de la tarde, y lo pudieron localizar unas horas más tarde. En el momento de la detención el presunto ladrón se encontraba bajo un autobús, donde se había escondido con la esperanza de eludir a los agentes.
La víctima del primer hurto fue una menor de edad. El detenido le metió la mano en el bolso que llevaba para extraerle el teléfono móvil de dentro. Al cabo de un rato intentó con la misma estrategia robar otro teléfono. En este caso le dio un estirón a un bolso de mano haciendo caer al suelo a la propietaria. El último asalto antes de ser localizado se produjo poco después, cuando intentó robar el teléfono a un hombre que paseaba con su hijo, aunque en este caso tuvo que huir con las manos vacías.
Se había escondido bajo un autobús
Se activaron varias patrullas para parar al presunto ladrón, al cual localizaron por la zona del parque Teodor González. Al darse cuenta de que la policía le estaba buscando, el hombre intentó escapar echando a correr por las calles de los alrededores. Finalmente, no tuvo éxito con su huida, ya que la policía lo encontró escondido bajo un autobús, y acabó detenido.
Los agentes descubrieron que había cometido dos robos con violencia sólo unas horas antes, en concreto en un comercio y a un cliente que se encontraba dentro del establecimiento. Durante su huida el detenido había ido deshaciéndose de algunos de los objetos robados que pudieron ser recuperados. La policía ha descubierto con las primeras investigaciones que el detenido ya tenía otros antecedentes, y el juez ha decretado su ingreso provisional en prisión.
Un ladrón despistado
Esconderse bajo un autobús no es la mejor manera de evitado ser detenido. Tampoco lo es dejarse el móvil y la mascarilla en la escena de un crimen. Pero eso es justamente lo que le ocurrió a un ladrón en Alicante, después de entrar a robar en una tienda de audífonos. La policía todavía lo está buscando, pero tienen pruebas más que suficientes para encontrarlo. Están intentando recuperar muestras de ADN de la mascarilla, así como huellas de la palanca que habría utilizado para forzar la cerradura y que también se había olvidado dentro de la tienda.