Leo, un niño de 11 años con autismo, se ha tenido que valer por sí mismo después de que la monitora que viaja con él y otros cuatro compañeros en el autobús escolar se lo dejara olvidado dentro del autocar. Según parece, el menor se habría quedado dormido en el último asiento del bus, y la educadora del centro no se dio cuenta de que faltaba uno de los niños cuando llegaron al destino, el Centro de Educación Especial Alfonso X el Sabio del barrio madrileño de Leganés. De hecho, el conductor tampoco vio al niño, y aparcó el vehículo en la cochera, situada en Alcorcón, a más de 10 kilómetros de la escuela de Leo, y lo dejó encerrado.

Desorientado y deambulando por las calles

Leo acabó despertándose por el calor que hacía dentro del autobús cerrado, y se asustó en encontrarse solo y sin reconocer nada de lo que veía por la ventana. Desesperado, tocó el claxon hasta que un trabajador de la cochera acudió a ver qué pasaba. Sin intentar ayudar al niño, le dijo que llamaría a la policía, lo que hizo que Leo se asustara más y acabara huyendo del garaje, andando sin rumbo por Madrid, intentando encontrar a sus padres.

Durante más de seis horas, el chico deambuló por las calles, hasta que acabó entrando en un supermercado, todavía en Alcorcón, donde preguntó a una de las trabajadoras si podía ir al lavabo. La mujer se dio cuenta del estado en el que se encontraba, desorientado y con dificultades para expresarse, y decidió llamar a la policía. Los agentes consiguieron ponerse en contacto con los padres de Leo, que llevaban todo el día tranquilos en la creencia de que su hijo estaba, como cada día, en la escuela.

En el centro nadie notó su ausencia

Los padres de Leo han acabado denunciando tanto al colegio como a la compañía de autobuses. Según ellos, nadie los llamó para preguntar por qué el niño había faltado aquel día a la escuela, una práctica que la madre de Leo ha asegurado que es habitual cuando hay una ausencia. Desde el centro se han justificado diciendo que no se habían dado cuenta de que no estaba en clase, una situación que ha encolerizado todavía más a los padres. Por otra parte, a la empresa de autocares la acusan de haber dejado desatendido al menor, ya que, presuntamente, el trabajador que lo encontró en el bus lo dejó solo.