La Navidad ya está aquí y con las fiestas las cenas y comidas de empresa. Esto provoca desplazamientos extraordinarios en coche o en transporte público de los trabajadores en los restaurantes y puntos de encuentro que pueden acabar en "excesos" de alcohol. Al hacerse las celebraciones fuera de horario laboral, normalmente, muchos optan por coger el vehículo, lo que puede provocar un riesgo al volante. Especialmente al día siguiente, por resaca. Esta es la alerta que ha hecho la Dirección General de Tráfico (DGT), tras dos años (2020 y 2021) en los que estos acontecimientos han sido mínimos a causa de la pandemia de la Covid-19.

Mucho cuidado si conduces con resaca

La DGT, como máximo organismo español de tráfico y carreteras, ha hecho algunas recomendaciones para los conductores que decidan coger el coche al día siguiente de la cena o comida navideña de empresa (partiendo de la base que se optaría por el transporte público en el caso de beber durante la celebración). "Si ayer bebiste, te recordamos los efectos de conducir con resaca, parecidos a los de conducir bajo los efectos del alcohol o la fatiga", ha explicado el organismo en su cuenta oficial de Twitter.

"Con resaca se duplica la dificultad para conducir y se sobrepasan en cuatro veces los límites de velocidad", han sentenciado desde la DGT. El alcohol, a pesar de dar negativo en un control, puede permanecer en el cuerpo durante mucho tiempo después de haber ingerido una cerveza, un vino o un cubata. Asimismo, la resaca interviene directamente de forma negativa en las habilidades y aptitudes físicas y cognitivas para coger el vehículo, cosa que, como ha alertado el organismo, duplica la dificultad para poder ponerse al volante del vehículo.

Patrones físicos y síntomas de la resaca

La resaca tiene, según la DGT, patrones físicos y síntomas muy concretos. Algunos serían la sensación constante de sed, temblores, fatiga, dolor de cabeza, diarrea, tristeza, falta de sueño, náuseas o menor capacidad de atención. Por ello, no dar positivo en un control de alcoholemia no quiere decir que vayas al 100% para subirte al coche y conducir. Tanto es así que la actividad del cerebro se ralentiza hasta 16 horas después de que desaparezca el alcohol del cuerpo, se incrementa el esfuerzo cardiaco y existe un riesgo de deshidratación (por el hecho de orinar mucho sin beber agua o refrescos).

Por último, cabe recordar que, más allá de la resaca, consumir alcohol y conducir puede comportar un delito y tener varias sanciones asociadas. Si la tasa en aire aspirado es entre 0,25 y 0,50 la multa será de 500 euros y se perderán cuatro puntos, mientras que con más de 0,50 se tendrán que pagar 1.000 euros y retirarán seis puntos del carné. Pero todavía hay un caso más extremo: un resultado superior a 0,60 mg/l en aire o 1,2 g/l en sangre. En este supuesto podría comportar prisión de entre tres y seis meses, así como una sanción a realizar trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, además de no poder conducir de uno a cuatro años.