Seguro que alguna vez cuando ibas por la carretera has visto un radar en el carril contrario y te has preguntado si podría multarte. Pues la respuesta es que no, aunque tienen la capacidad para poder hacerlo. Los radares de velocidad de la DGT pueden detectar la velocidad tanto del vehículo que pasa por delante y se aleja cómo la del que se aproxima por el carril contrario. Su modo de actuar depende de cómo esté orientado el cinemómetro y la cámara que capta la imagen del vehículo, la presencia de obstáculos o la tipología del control.

Los radares fijos o de tramo no pueden multar los que circulan en dirección contraria, los móviles sí

Los radares fijos y por tramos solo pueden multar a los vehículos que superen la máxima velocidad permitida en el carril donde estén instalados. Sin embargo, aunque no son muy comunes, hay algunos radares fijos ubicados en la mediana de algunas carreteras que pueden multar en los dos sentidos de la circulación. Los radares móviles, en cambio, siempre multan a los que circulan en el otro sentido. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que cuando están situados en carreteras de alta capacidad pueden tener dificultades para hacer una fotografía válida. Por ejemplo, que un coche que circule por el otro carril se interponga entre el radar y el vehículo infractor.

En España, a diferencia de otros países de la Unión Europea, la manera de funcionar de los radares es haciendo una fotografía al coche que excede la velocidad una vez haya pasado por delante. En los casos de los radares fijos o de tramos, es obligatorio que estén señalizados en el sentido de la marcha que corresponda, aproximadamente un kilómetro antes de llegar. Estas señales pueden ser encontrarse al arcén o con paneles luminosos verticales. La ubicación exacta del radar es una información de carácter público y la DGT lo tiene que compartir para que los ciudadanos tengan conocimiento.

Según las bases de la DGT, un radar fijo o de tramo no puede multar el vehículo que exceda la velocidad en el carril contrario, pero en el caso de los radares móviles es bien distinto. Si se dan las circunstancias idóneas de colocación y orientación de la cámara, un radar camuflado puede multar perfectamente a los vehículos que circulan en el sentido contrario. En el caso de motocicletas y ciclomotores es diferente, ya que solo llevan la placa de la matrícula en la parte posterior y solo pueden ser detectadas por los radares que estén en su carril.