Morir por un cigarrillo. Parece imposible o increíble, pero es lo que pasó en Tarragona hace pocos días. ElCaso.com publicó las imágenes de una pelea entre dos personas en medio de la calle, delante de la estación de la Renfe de la capital tarraconense y ahora se han conocido más detalles de los hechos, que se han convertido en trágicos.

Pelea fatal por un cigarrillo en Tarragona

Dos hombres iniciaron un enfrentamiento por un cigarrillo que acabó de la peor manera posible, con uno de los dos tumbados en el suelo inconsciente. Una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) atendió al hombre, que lo pudo reanimar y después, ya estable, a pesar de que crítico y entre la vida y la muerte, fue trasladado al hospital universitario de Joan XXIII. El hombre siguió crítico durante dos días hasta que empeoró de manera fatal su estado de salud y murió el día 22 de agosto después de haber estado varias horas en muerte cerebral.

Tal como se puede ver en las imágenes captadas por un ciudadano en la zona, en la terraza de un bar de la plaza que hay delante de la estación de trenes de Tarragona, los dos hombres inician una pelea que va subiendo de todo hasta que uno de los dos se coloca sobre el otro, presionándolo con la rodilla en el cuello, ahogándolo y dejándolo sin respiración y causándole el desmayo. Antes de retenerlo con la rodilla, con una botella de vidrio, y según consta al atestado de la Guardia Urbana, el hombre le dio un golpe en la cabeza y varios impactos en la zona del pecho y de la barriga.

El hombre muerto es quien pidió el cigarrillo y el agresor, ahora detenido y acusado de homicidio, es quien estaba en la terraza del bar y quien lo atacó después de una primera discusión verbal. Según consta en las diligencias, que todavía no se han acabado, el hombre dijo alguna cosa al acusado, que estaba cogiendo una consumición a la barra del bar, y aquello desencadenó el enfrentamiento.

Acusado de homicidio por imprudencia

La Guardia Urbana detuvo al autor de la agresión, de 36 años, y también fue trasladado al hospital, todo y que con heridas leves y sin riesgo por su vida. En un primer momento, el hombre, de nacionalidad pakistaní, fue arrestado por lesiones y fue entregado a los Mossos d'Esquadra, pero la Unidad de Investigación de Tarragona, después de tener conocimiento el martes que el hombre herido ingresado al Joan XXIII había muerto, lo acusaron, también según ha podido saber ElCaso.com, de un delito de homicidio por imprudencia. Después de pasar a disposición, y también por la suma de antecedentes y por riesgo de poder escapar de España, el titular del juzgado 3 de Tarragona ordenó su ingreso a prisión.

La acusación que hacen los Mossos, de homicidio por imprudencia, sin perjuicio que durante la investigación judicial pueda cambiar por la petición de las partes, pone de relieve que el hombre que atacó a la víctima no tenía intención de matarlo, si bien, después, por su acción, le provocó la muerte. Las pruebas forenses tendrán que aclarar ahora en qué nivel la agresión de aquel sábado por la tarde en la vía pública provocó la muerte del hombre. La pena de prisión por este delito puede ir de uno a cuatro años.

En cambio, si se le hubiera acusado de un delito de homicidio voluntario o doloso la horquilla de la pena varía entre 10 y 15 años. Habrá que ver cómo avanzan las diligencias si bien el juez que lleva el caso ya ha alertado de que la investigación será sencilla y ágil, tal como asegura en el auto de ingreso a prisión.