El día 31 de agosto de 2018 los Mossos d'Esquadra encontraron el cuerpo de Carmen, una mujer de 63 años, envuelta con plásticos en el interior de la casa que ella y su hijo compartían en la calle Tigre, en la urbanización Vallcarena de Sils, a la comarca de la Selva.

Detenido el hijo de la mujer

Al cabo de pocos días fue detenido Jorge, el hijo de Carmen, que después de una investigación de la policía catalana, se lo pudo relacionar, presuntamente, con el crimen de la mujer. Le había tapado las vías respiratorias hasta que la mató, posteriormente la envolvió con plásticos y la escondió en casa hasta que fue descubierto por la policía.

Pero este crimen macabro, según las investigaciones de la policía, había empezado casi un año antes. El cadáver fue encontrado a final de agosto de 2018, no obstante los Mossos creen que Jorge, de 45 años, había matado a su madre nueve meses antes, entre el 9 y el 10 de noviembre de 2017.

La escondió en una habitación del garaje de la casa de Sils

La mujer tenía una visita médica el 18 de noviembre y ya no se presentó. Después de, presuntamente, matar a su madre, el hombre tapó a la mujer con plásticos y una sábana, la envolvió con cinta adhesiva y la escondió en una habitación del garaje de la casa donde vivían los dos. El cadáver apareció con las extremidades ligadas con bridas y la puerta de la habitación tapada con espuma de poliuretano para evitar que el mal olor del cuerpo podrido acabara sintiendo desde el exterior de la casa.

El día 3 de septiembre de 2018 fue arrestado y luego ingresó a prisión, donde sigue ahora. Ahora, sin embargo, el caso ha llegado a juicio en la Audiencia de Girona, donde se enfrenta a una posible pena de 31 años de prisión por asesinato, fraude en la Seguridad Social y falsedad documental.

El presunto parricida de Sils, durante el juicio en la Audiencia de Girona / ACN

La policía cree que para evitar que la gente supiera que su madre estaba muerta, se hizo pasar por ella enviando mensajes de WhatsApp a sus amigas y a otros familiares, pero cometió algunos errores. Entre otros, según consta al sumario del caso, Jorge enviaba mensajes en catalán, cuando su madre siempre lo hacía, para hablar con las amigas, en castellano.

Las amigas de la mujer muerta veían que alguna cosa no iba bien

Este lunes, noviembre de 2021, han declarado las amigas de la mujer que han explicado que a partir de noviembre del 2017 se dieron cuenta de que alguna cosa no iba bien porque no volvieron a ver a la mujer, que siempre había tenido una activa vida social al pueblo y a la urbanización. No consiguieron hablar por teléfono con ella, no obstante sí que iba contestando algunos mensajes de WhatsApp, incluso al hermano del acusado diciéndole que no iría a pasar las fiestas navideñas con él.

Los investigadores creen que de esta manera el acusado consiguió esconder el crimen durante nueve meses. A falta de poder confirmar que asesinó a su madre, como parecen apuntar todas las pruebas que tiene la fiscalía y la acusación, los Mossos consideran que el hombre mató a su madre para poder quedarse la pensión de 760 euros que cobraba la mujer y los 13.000 euros que pidió en préstamo haciéndose pasar por ella.