El pasado domingo los Mossos d'Esquadra encontraron una pareja muerta dentro de su domicilio de la localidad de Godall (Montsià). Los cuerpos no presentaban signos de violencia y la principal teoría de los agentes era que habían muerto por inhalación de dióxido de carbono, hecho que se confirmó en la autopsia. El hombre, de 54 años, y su pareja, de 61, eran originarios de Vilanova i la Geltrú y hacía poco que se habían mudado al número 11 de la calle Sant Josep del citado municipio.

Hacía dos meses que reclamaban electricidad

La pareja se había trasladado a Godall después de haber heredado este piso y estaban en proceso de reformarlo para entrar a vivir de forma permanente. Según ha avanzado el Diario de Tarragona hacía al menos un par de meses que reclamaban tener electricidad en el domicilio, pero la compañía no les daba de alta. Con la llegada del frío optaron por hacerse con un equipo electrógeno, que acabó provocándoles la muerte: el aparato se encontraba en el interior del domicilio, pero no contaba de escape hacia el exterior. Por lo que han podido reconstruir los investigadores, parece que la pareja lo habría puesto en marcha antes de ir a dormir y se ahogaron con el dióxido de carbono.

Fue uno de los vecinos quien llamó a los Mossos después de no saber nada de ellos durante días. Además, le pareció extraño no encontrárselos por la calle pero ver sus coches delante de la casa estacionados en el mismo sitio durante mucho tiempo. Aunque hacía poco tiempo que vivían en Godall, eran muy conocidos por los vecinos, ya que la mujer trabajaba cuidando de las personas mayores.

Una sobrina de la pareja ha declarado al citado medio que se quejaron en varias ocasiones de la lentitud de los trámites de la compañía eléctrica. "Si la compañía hubiera ido más rápidido, esto no habría pasado", ha asegurado. Para la familia, que reside en Barcelona, ha sido un golpe muy duro e inesperado y todavía se encuentran en estado de shock por lo sucedido.