Aunque intentemos ir con cuidado cuando conducimos, no es extraño que en algún momento u otro cometamos una infracción y nos multen. Quizás íbamos demasiado rápido y nos ha pillado un radar, hemos aparcado donde no tocaba sin darnos cuenta o quizás un helicóptero de Tráfico nos ha visto cogiendo el teléfono mientras circulábamos. Incluso es posible que se trate de un error. En definitiva, es probable que en algún momento hayamos roto la ley sin ser conscientes y nos llegue una multa, pero también puede tratarse de otro caso: que esa multa no exista y un estafador nos esté intentando engañar para conseguir nuestro dinero haciéndose pasar por la Dirección General de Tráfico (DGT).
El funcionamiento de este fraude es muy sencillo: nos llega un SMS que, supuestamente, proviene de la DGT. Este mensaje nos avisa de que nos han puesto una multa, y si queremos más información sobre los motivos o si queremos pagarla rápidamente para evitar cualquier recargo, tenemos que hacer clic en un enlace. En principio, este enlace nos debería llevar a la página de la DGT, donde podríamos pagar la multa y olvidarnos del tema, pero no será así, sino que si hacemos caso a este enlace nos podrán robar el dinero.
Damos los datos y nos vacían la cuenta
Si hacemos clic, nos enviará a una página fraudulenta que simula ser la de la DGT, y nos pedirá que introduzcamos nuestros datos personales y bancarios para hacer el pago. Si ponemos esta información, se la estaremos dando directamente a los estafadores, y estos podrán entrar cuando quieran en nuestra cuenta bancaria y vaciarla sin ningún tipo de problema, dejándonos sin un euro. Por este motivo, es muy importante revisar bien todos los enlaces que nos envían, vigilar que la página web sea la auténtica y no poner nuestros datos si no estamos totalmente seguros. En caso de duda, siempre es mejor presentarse en los lugares personalmente o llamar al número de teléfono oficial para asegurarnos de que no se trata de una estafa.