La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva años intentando mejorar la seguridad en todas las carreteras españolas. Y, por ello, muchas veces aparecen nuevas señalizaciones que no habíamos visto antes, especialmente en ciertos lugares donde se está produciendo la prueba piloto. Este es el caso de las líneas en zigzag, que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno anunció a finales de 2021. El punto escogido para introducir estas marcas en la carretera fue un pueblo de la provincia de Burgos, en Castilla y León. Concretamente a la travesía de la N-122 en Nava de Roa. En este tramo experimental nos realizamos varias modificaciones viales, que culminaron con la aparición de los dientes de dragón y las líneas quebradas antes del paso de peatones.

Reducir la velocidad con los 'dientes de dragón' y multa de 200 euros

Con estas nuevas incorporaciones se pretendía evitar que los vehículos que circulan a gran velocidad por la nacional pudieran llegar y darse cuenta de que había un paso de peatones en el pueblo. Por ello, las indicaciones tendrían que reforzar los reflejos de los conductores para reducir la velocidad cuando circulen por el núcleo urbano de esta población de Burgos. Pero un aumento de la señalización también puede comportar un incremento de las sanciones. Precisamente porque conocemos con más antelación que hay algún tipo de cruce en la vía y que entramos en una zona de especial precaución. Así, pues, las líneas en zigzag nos obligan a reducir la velocidad hasta los 30 kilómetros por hora por la travesía.

En caso de que hagamos caso omiso a las indicaciones de estas nuevas pinturas en el arcén de la carretera, la DGT preparó una serie de sanciones especiales. Dado que las líneas en zigzag, además, alertan los conductores de que están adentrándose en una zona en la cual hay usuarios vulnerables. Hacia finales de 2021 entraron en vigor en Burgos y se espera que poco a poco se pinten también en otras localidades con este mismo paradigma, como Alcobendas, en Madrid. Si incumplimos o no nos damos cuenta de esta advertencia, según el Código de Circulación vigente, y por lo tanto superamos los 30 kilómetros por hora la velocidad en estas zonas, la multa puede llegar hasta los 200 euros. El objetivo de estas líneas, especialmente las de los dientes de dragón, es que visualmente la persona que va al volante tenga la sensación de que la carretera se está haciendo más estrecha y, por lo tanto, reduzca la velocidad a la que circula.