De la investigación que llevaron a cabo los agentes de la Unitat Central de Cibercrim para desmantelar la red pedófila del electricista valenciano instalado en Barcelona, en el carrer d'Unió, hay algo que todavía sorprende, negativamente, a los policías. Los agentes que pusieron las esposas a Teófilo L. M. en los años 2022 y 2024 no entienden cómo nadie, ningún hombre, de los cientos con los que se puso en contacto este monstruo, denunció los hechos. Evidentemente, no todos aceptaron la oferta. Pero no consta ninguna denuncia de ningún hombre que, tras ser invitado a participar en un encuentro sexual con menores de edad, en un piso de Barcelona, pusiera los hechos en conocimiento de la policía.
Según los Mossos d'Esquadra, que tuvieron que analizar las 2.000 conversaciones de carácter sexual que se intervinieron al detenido en el año 2022 -y que permitió la detención, de nuevo, en el año 2024, cuando se pudo confirmar la magnitud de la trama que él, supuestamente, lideraba- el hombre ofrecía a los jóvenes en plataformas de citas, legales, y no solo buscaba pedófilos reconocidos -que operan en redes clandestinas- también había incitado conversaciones con hombres, que tras conocer la oferta, habían querido participar en estos supuestos encuentros sexuales con menores de edad, pedófilos "situacionales", en la jerga policial.
Ningún hombre denunció los hechos
Si bien las conversaciones intervenidas han servido de piedra Rosetta para poder relacionar los más de 250 vídeos de producción propia del electricista con los menores agredidos y también los hombres que agredieron sexualmente a los jóvenes, también estas conversaciones intervenidas han servido para demostrar que, si bien algunos hombres rehusaron participar en estas prácticas ilegales, ninguno de ellos denunció los hechos a los Mossos o a la aplicación de citas donde estaba registrado. Ninguno de ellos mostró una respuesta proactiva. No constaba en los Mossos d'Esquadra ninguna denuncia de ningún hombre que hubiera puesto en conocimiento de la policía que se ofrecían, en estas aplicaciones, sexo con menores de edad. Los Mossos lo consideran muy grave. Los investigadores también han constatado, gracias a este caso de Barcelona, y tal como adelantó ElCaso.com en el verano de 2024, que existe un negocio de prostitución infantil oculto entre estas aplicaciones de citas legales.
El caso de Teófilo L. M. lo ha hecho aflorar, pero la policía, desgraciadamente, cree que hay más redes. La no colaboración de los hombres a quienes les ofrecen los servicios evita que la policía lo pueda abordar. Este caso se pudo investigar a la inversa. Con la detección de un caso, el de la niña tutelada por la DGAIA, y con la primera entrada y registro en su casa. Aunque el hombre quedó en libertad con cargos, los Mossos no abandonaron el caso y analizaron las horas y horas de imágenes que localizaron, para poder montar una causa contra este hombre, con decenas de víctimas y, por ahora, con dieciséis hombres imputados. La lista crecerá.