No será un nuevo crimen, pero no evitará que los Mossos d'Esquadra lo tengan que investigar y dar explicaciones al juzgado de guardia. Este miércoles un hombre de 66 años fue encontrado sin vida en un terrado de su casa, en Besalú, a la comarca de la Garrotxa, después de casi cinco días sin saber nada de él. Fue el hijo, según ha adelantado Tura Soler en ElPuntAvui, quien dio la voz de alerta. Cuando llegaron al domicilio donde vivía el hombre, en la calle de la Tenería de Besalú, se encontraron una escena que no será fácil de borrar de la mente de los policías y de los forenses.

El hombre estaba colgado de unas cuerdas del techo, desnudo y rodeado de objetos sexuales de estimulación y autoestimulación, tal como detalla la periodista al rotativo gerundense. Los Mossos, al ver la escena, activaron a la comitiva judicial, que autorizaron el levantamiento del cadáver. Los investigadores de la policía, de acuerdo con el forense, confirmaron que el hombre había muerto solo y que no se detectaba la presencia de una segunda persona ni tampoco ningún tipo de relación criminal con la muerte del hombre.

Peligrosas prácticas fetichistas

La víctima se había autoatado y se había rodeado el cuello con una correa, hecho que le provocó, por causas que todavía no están claras, ahogamiento y desencadenó su muerte por asfixia, según las primeras investigaciones policiales, tal como han confirmado fuentes de la policía a ElCaso.cat.

Los juegos sexuales con autoasfixia son muy peligrosos y no es la primera vez que una persona resulta muerta por una mala ejecución de este tipo de prácticas fetichistas. La mayoría de casos de muertes relacionadas con juegos sexuales tienen esta práctica, que quiere llevar al límite el estímulo de notar que te estás ahogando, una sensación de placer, para algunas personas, como causa, explican fuentes policiales.