Los Mossos d'Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC) de Girona detuvieron el pasado 20 de junio a cuatro hombres y dos mujeres, de entre 26 y 36 años y nacionalidad muy diversa, acusados de los delitos de robo con violencia e intimidación, contra la salud pública, defraudación del fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal. Los acusados, de origen español, colombiano, chileno, marroquí y rumano, operaban en Girona capital y en varias localidades de las comarcas del Alt Empordà y del Gironès, y tenían escondidas dos plantaciones de marihuana indoor con más de 600 plantas. A estas alturas, la investigación continúa abierta, ya que no se descartan más detenciones.
La operación policial que ha llevado al arresto de los sospechosos empezó a finales del pasado año. El 21 de diciembre, un matrimonio de Palau-Saverdera (Alt Empordà), denunció que habían sufrido un robo en su casa, con ellos dentro, después de haber sido intimidados por uno de los miembros del grupo con una pistola. Aquel día, uno de los ladrones abordó al hombre cuando salía de su casa, y le empujó con mucha fuerza dentro de la casa. Apuntándolo en todo momento con la pistola, el ladrón le obligó a entrar en una de las habitaciones, junto con su mujer, y los ligó de manos y pies.
Una vez asegurado de que los propietarios no podrían interferir, dejó entrar en el resto de la banda. Después de revisar toda la vivienda, encontraron la caja fuerte, la abrieron por la fuerza y se llevaron todo el dinero que había dentro, una cantidad bastante importante. En este sentido, los ladrones escogían a sus víctimas en función de su poder adquisitivo, después de someterlos a una vigilancia con la que se cercioraban de su estilo de vida.
Jardineros de marihuana
Los sospechosos estaban bajo investigación, principalmente, por los delitos de robo. Al identificarlos y localizar sus domicilios, los Mossos d'Esquadra, junto con agentes de la Unitat de Seguretat Ciutadana de Girona, llevaron a cabo seis entradas y registros en domicilios de Girona, Empuriabrava, Llorà y Figueres, donde también registraron un establecimiento. De esta manera, los investigadores descubrieron que los detenidos también se dedicaban al tráfico y al cultivo de marihuana, al haber encontrado dos plantaciones con 647 plantas y 5,3 kilos de cogollos preparados por la venta.
Además, en los diversos registros intervinieron 61.600 euros, seis teléfonos móviles, dos transceptores portátiles, una pistola de balines, una defensa extensible, un espray de defensa, una peluca y dos cajas de munición del calibre 22 y diez cartuchos del calibre 6,35. Después de pasar a disposición judicial, el juzgado de instrucción número 6 de Figueres ha decretado libertad provisional para los seis integrantes del grupo, con la obligatoriedad de personarse ante el juez periódicamente.