Mañana complicada para los Mossos d'Esquadra de Lleida. Este miércoles agentes de paisano de la Unidad de Investigación de la comisaría de Mollerussa detectaron, en una zona de casas ocupadas controladas por familias de etnia gitana de Miralcamp, a una persona que tenía pendiente una orden de detención por robos.
Los Mossos, atacados en Miralcamp
Cuando lo quisieron identificar, y sabiendo que el hombre tendría que ser arrestado, familiares de él salieron a la calle, rodearon a los Mossos y empezaron a hacer lanzamientos contra la policía. Según consta al atestado, los agentes recibieron lanzamientos de botellas y de torretas y la persona que tenía que ser arrestada pudo entrar en una casa, donde se escondió.
Los agentes de Investigación activaron patrullas de refuerzo que se presentaron en este municipio del Pla d'Urgell. Los enfrentamientos se pudieron detener, también con la intervención de equipos de orden público del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), y la policía rodeó la casa donde se había escondido al hombre y también las personas que habían atacado a la policía. Cuando se recibió la orden judicial para asaltar la casa, agentes del ARRO accedieron al piso, pero ya no encontraron al hombre que buscaban, el que tenía la orden de detención vigente.
Las casas, la mayoría ocupadas e interconectadas entre ellas, sirvieron para poder zafarse. En el interior de la casa, los Mossos encontraron dos mujeres, una de 25 y la otra de 48 años, que la policía relaciona con los lanzamientos contra los agentes. Quedaron arrestadas por atentado contra agentes de la autoridad.
El hombre, pendiente de ser arrestado
El hombre, conocido de la policía y con antecedentes por robos y hurtos, todavía no ha podido ser arrestado. Aunque no se trata de uno fugitivo muy violento, ni con delitos de sangre, desde la comisaría de Mollerussa se ha transmitido la información a todas las patrullas y unidades de investigación de la zona de Ponent con el fin de poder cazarlo y entregar al juez.