La operación policial contra la mafia siciliana de más envergadura de los últimos 40 años se ha saldado con la detención de 183 personas acusadas de intentar reconstruir la Cosa Nostra, incluso desde la prisión. Unos 1.200 agentes de la policía italiana han intervenido en este golpe muy duro contra los diferentes clanes históricos establecidos tanto en la capital, Palermo, como en su provincia. Los arrestados -36 de los cuales ya estaban en prisión por otros casos- están acusados de los delitos de intento de homicidio, extorsión agravada, tráfico de drogas, uso y posesión de armas y juego ilegal.

Algunos de las jefes hacían videollamadas desde la prisión

La treintena de jefes históricos de la Cosa Nostra ya entre rejas utilizaban terminales móviles con chats cifrados con los cuales seguían encargando y organizando varios crímenes que podían llegar a ver en directo a través de videollamadas. La investigación llevada a cabo por la Unidad de Investigación de Palermo desde el año 2023 ha revelado que la Cosa Nostra se ha mantenido activa y ha ido estrechando alianzas con la 'Ndrangheta, la mafia de Calabria, con quienes tenían negocios de drogas.

Este sería el enésimo intento de los integrantes de la mafia de reactivar el grupo, poniendo al frente a los "capos" que habían salido ya de la prisión con el objetivo de crear una nueva cúpula. Entre los mensajes encriptados que los agentes han conseguido descifrar, se revela una decepción hacia las nuevas generaciones que han ido llegando a la mafia, con una marcada nostalgia hacia cómo estaba estructurada e integrada la Cosa Nostra años atrás. A pesar de eso, continúan activos con el narcotráfico, los juegos en línea y con la compra de armas ilegales en la dark web.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha subrayado que "el crimen organizado está contra las cuerdas", y ha añadido que la lucha contra la mafia "no se detiene ni se detendrá".