Una mujer italiana de 75 años ha tenido que recurrir a la justicia para echar a sus dos hijos, de 40 y 42 años, que todavía vivían en su casa, en Pavia, a 40 kilómetros al sur de Milán, sin que ninguno de los dos tuviera previsión de marcharse nunca. Los hombres no contribuían a la economía familiar, siendo mantenidos por su madre septuagenaria y su pensión, y tampoco "ayudaban en los trabajos domésticos". Después de intentar que se marcharan hablando con ellos y explicándoles que esta situación no podía continuar así, y viendo que no le hacían caso, la madre acudió a un juzgado y expuso su caso.

Después de un largo proceso y de que la sentencia apuntara que la convivencia podía estar fomentada "porque los progenitores tienen la obligación de alimentar a los hijos", la jueza que instruía el caso llegó a la conclusión de que, teniendo en cuenta la edad de los dos acusados, el hecho de que vivieran en casa de la madre "ya no era justificable, ya que los dos acusados son mayores de 40 años". Ahora, los hermanos tendrán que abandonar el domicilio familiar antes del próximo 18 de diciembre, fecha final que tienen para encontrar un nuevo lugar donde vivir, sea juntos o por separado.

En Italia, los hijos abandonan la casa familiar pasados los 30

Según un estudio llevado a cabo por la Eurostat, la Oficina Europea de Estadística, el año 2022, la media de edad a la que los jóvenes de italianos abandonan el hogar familiar es en los 30, la séptima más alta de la Unión Europea. Por encima están Croacia, con 33,4 años; Eslovaquia, con 30,8 años; Grecia, con 30,7 años; Bulgaria y España, los dos con 30,3 años; y Malta, con 30,1 años.

Por el contrario, los jóvenes que se marchan antes de casa de los padres son los finlandeses, a los 21,3 años, seguidos por los suecos (21,4 años), los daneses (21,7 años) y los jóvenes de Estonia (22,7 años). Pues, la media de todos los países que conforman la Unión Europa se sitúa en 26, 4 años, una cifra que ha ido en aumento los últimos años y que, desgraciadamente, continúa a la altura. En concreto, los países donde más ha aumentado los últimos diez años la edad a la que los jóvenes se independizan son Croacia, con un aumento de 1,8 años; Grecia, un aumento de 1,7; y España, donde ha subido 1,6 años.