La investigación para aclarar qué pasó junto a la estación de Santa Eulàlia del metro, entre L'Hospitalet de Llobregat y Barcelona, el lunes por la noche, en la pelea donde un joven de L'Hospitalet de 16 años y nacionalidad hondureña acabó muriendo después de recibir una cuchillada en la zona de la cadera, junto al hígado, sigue avanzando. Hoy por hoy, y según ha podido saber ElCaso.com, las primeras diligencias practicadas por la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra de Barcelona —en un primer momento no estaba claro quién lo asumiría, si Barcelona o la Región Metropolitana Sur; el lugar de los hechos es una acera que separa las dos fronteras— no tienen sobre la mesa un supuesto robo, cuando menos, no en los momentos previos a los hechos, y trabajan más en la línea de que se trate de un ataque premeditado de uno de los dos grupos contra el otro, con quien ya se conocían y habían tenido problemas, pero que salió mal.
Los testimonios recogidos, entre ellos la víctima que sobrevivió y también un tercero implicado, primo de este, apuntan más a un enfrentamiento del que se conoce como bandas latinas, aunque los investigadores trabajan con pies de plomo para confirmarlo sin rebatir, cuando menos de manera pública, el relato oficial de los Mossos, que insisten en que en Catalunya no existen este tipo de bandas. Un extremo, todo sea dicho, desmentido por otros cuerpos policiales, que en investigaciones anteriores sí que han detallado y dibujado el funcionamiento de este tipo de bandas en Catalunya.

Atacados como defensa
Sea como sea, la investigación tendrá que aclarar qué pasó. Hasta al momento, y según ha podido saber ElCaso.com, el enfrentamiento se inició en torno a las once de la noche cuando un grupo de tres personas, una de nacionalidad hondureña y dos de nacionalidad colombiana, primos, se desplazaron con patinete hasta esta zona, en la frontera entre las dos ciudades, y atacaron, encapuchados, a un grupo de cuatro personas, también jóvenes, aunque alguno de ellos ya mayor de edad, donde había un joven de nacionalidad dominicana y tres hondureños.
El ataque, sin embargo, no acabó como se esperaban, y los agredidos se defendieron, hiriendo al joven de 16 años, que recibió una cuchillada en la zona del hígado, que fue mortal. A pesar de la asistencia en un primer momento por parte de los Mossos y después por parte del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), que llegaron a trasladar al joven, a pesar de que crítico, murió en el hospital por culpa de la herida de esta puñalada en la zona de la cadera. En esta pelea, para defenderse del ataque, quienes supuestamente tenían que ser las víctimas también atacaron, con un machete, a uno de los otros tres atacantes. Le hicieron una herida en el brazo, que necesitó, en el mismo lugar de los hechos, la aplicación de un torniquete por parte de agentes de los Mossos, los primeros en llegar. También tenía una cuchillada en un lateral del cuerpo. Este herido, sin embargo, pudo ser trasladado al hospital y se recupera favorablemente de las heridas, aunque continúa ingresado, pero no se sufre por su vida.
Los dos heridos —y un tercero, primo de quien tenía la herida en el brazo y la cuchillada en un lateral—, escaparon como pudieron del ataque que recibieron en respuesta a su incursión en terreno enemigo, y desde la calle Antoni de Campmany corrieron en dirección a la estación del metro de Santa Eulàlia, en Riera Blanca, donde acabaron cayendo al suelo y donde fueron atendidos por las primeras patrullas de los Mossos que llegaron y también, al cabo de unos diez minutos, por la primera ambulancia del SEM que se desplazó al lugar de los hechos. El herido más grave perdió el conocimiento y el pulso en dos ocasiones, y aunque pudo ser trasladado a un hospital, finalmente murió casi al llegar al centro.

El testimonio de los dos primos —el herido que ha sobrevivido al ataque y también el que resultó ileso— es clave ahora para dibujar el relato de los hechos y poder aclarar no solo qué pasó, sino también quiénes fueron los que, defendiéndose del ataque, hirieron de muerte al joven de 16 años de L'Hospitalet y también apuñalaron e hirieron con un machete al otro. Los Mossos tienen las descripciones de los cuatro, un dominicano y tres hondureños, que escaparon después del ataque, y trabajan con la hipótesis de que se conocían, que tenían cuentas pendientes, y por eso el intento de ataque y la defensa por parte de los otros. Ya se están analizando las cámaras de seguridad de establecimientos de la zona. Si bien los investigadores están convencidos de que el enfrentamiento se inició por este ataque fallido —que les costó caro—, quieren ahora averiguar qué tipo de relación tenían entre ellos y si, como aseguró uno de los testigos, los cuatro atacados forman parte de los Trinitarios, una formación de estilo banda latina con implementación en Catalunya y hostil con otros grupúsculos similares.
Temor por las bandas latinas
Organizados o no, sin embargo, este incidente ha vuelto a poner de manifiesto el problema de las armas blancas en Catalunya, también y sobre todo, en personas muy jóvenes y de nacionalidad extranjera. Hace meses que los Mossos han desplegado el plan Daga para frenar la presencia de navajas, machetes y cuchillos en el espacio público y en puntos calientes, pero se van repitiendo los incidentes, los heridos y también, como este caso en el distrito de Sants de Barcelona, los homicidios.
Los enfrentamientos entre grupos que recuerdan estas bandas latinas se han ido repitiendo este verano en toda la zona metropolitana, aceptan fuentes policiales. Sin ir más lejos, y tal como adelantó ElCaso.com, en el mes de julio un enfrentamiento entre Trinitarios y Barrio 18, en la zona de Via Favència, en Barcelona, acabó con varios heridos por machetes. Las últimas semanas, en este caso en L'Hospitalet, también se han registrado heridos por peleas parecidas. Los Mossos tienen investigaciones paralelas en marcha, pero con la complicación de la poca colaboración e inexistencia de denuncias por parte de los implicados.