Nueva grave agresión con arma blanca en Catalunya. Este lunes por la noche, en torno a las diez, unos vecinos de la calle de Joan Burniol de Mollerussa llamaron al 112 asegurando que dos personas, dos hombres, se estaban peleando en la vía pública y que uno de ellos estaba en el suelo, muy mal herido y en un charco de sangre, según ha podido saber ElCaso.com. Los Mossos d'Esquadra desplegaron en la zona a varias patrullas de las Unidades de Seguridad Ciudadana (USC) y confirmaron que uno de los participantes en la pelea estaba herido de arma blanca.

Cosido a navajazos en medio de la calle en Mollerussa

El hombre herido quedó inconsciente y tuvo que ser estabilizado por técnicos sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que lo trasladaron, grave pero estable, al Hospital Universitario Arnau de Vilanova (HUAV) de Lleida. Presentaba, según consta al atestado policial, cuatro heridas en la zona izquierda del cuerpo y dos más en la zona derecha.

Los Mossos d'Esquadra pudieron identificar al autor de esta agresión, un joven magrebí, de 23 años, con varios antecedentes y muy conocido de la policía por sus comportamientos violentos en esta zona del centro de Mollerussa, la capital del Pla d'Urgell (Lleida). Durante la detención el hombre se mostró muy violento y agredió a dos agentes de la policía catalana, que sufrieron lesiones leves. La Unidad de Investigación (UI) de la comisaría de Mollerussa se han hecho cargo de las diligencias para aclarar los hechos y descubrir qué motivó la pelea entre estos dos habituales, una agresión con arma blanca que hubiera podido acabar con un nuevo homicidio en Catalunya.

Las armas blancas, cada vez más frecuentes

La mayoría de las muertes violentas que se han registrado este 2023 en Catalunya se han producido con este tipo de armas, cada vez más frecuentes. Los Mossos d'Esquadra, para hacerle frente, activaron hace dos semanas un plan operativo especial, bautizado como plan Daga, para luchar contra la proliferación de este tipo de armas, sobre todo, en la vía pública. Como en el caso de Mollerussa, los Mossos tienen claro que el uso de armas blancas es en entornos marginales y delincuenciales, que, al llevarla encima, cuando se inicia una riña, la exhiben y, en algunos casos, la utilizan, en una clara escalada de violencia.