Un Guardia Civil de Valladolid ha matado a puñaladas a su expareja después de que se negara a volver con él. Los hechos han pasado este jueves por la noche en Bruselas, |dónde la víctima, una chica de 23 años y originaría también de Valladolid, hacía un tiempo que vivía y trabajaba como enfermera. El agente de la benemérita cogió un vuelo hacia la capital belga para pedirle una nueva oportunidad a la chica de reanudar la relación, pero ante su negativa, la acabó matando clavándole varias cuchilladas.

Posteriormente, el hombre se intentó suicidarse tirándose por una ventana, pero no lo consiguió. Se encuentra ingresado en la UVI de un hospital de Bruselas en estado grave. El agente hacía poco que había completado su formación en la academia de la Guardia Civil y había sido incorporado recientemente a la Comandancia de Valladolid, estando como agente en prácticas en la localidad de Portillo. Desde la Delegación del Gobierno de Castilla y León han mandado el pésame a la familia de la víctima y han pedido prudencia a la hora de dar detalles sobre los hechos.

El asesinato machista de un guardia civil provoca una gran conmoción en Valladolid

La víctima era Teresa Rodríguez Llamazares, una chica de 23 años que hacía un tiempo que vivía y trabajaba de enfermera a Bruselas. La familia de la joven era muy querida en Valladolid, donde su padre, Juan Rodríguez, es funcionario municipal en el ayuntamiento. Precisamente este viernes era su último día de trabajo antes de jubilarse, según han explicado desde el consistorio. Este viernes le habían preparado una comida de despedida para celebrarlo, pero un familiar ha comunicado a sus compañeros que no podría ir.

Este jueves por la noche, según explica El Norte de Castilla, el padre de la víctima recibió una llamada de la Delegación del Gobierno comunicándole el asesinato de su hija y cogió un vuelo con urgencia hacia Bruselas. Informó al Ayuntamiento de Valladolid de que no podría ir a trabajar por este motivo y desde el consistorio se pusieron en contacto con la embajada a la capital belga. Allí, unos funcionarios recibieron al padre de la víctima para asesorarlo en todo lo que hiciera falta. La policía belga ha abierto una investigación sobre el crimen.