La Fiscalía de Madrid pide nueve años de prisión para el bailarín a Rafael Amargo por un delito contra la salud pública, al considerar que vendió drogas en su casa a terceras personas de manera "persistente" a cambio de dinero.

Nueve años más para el productor Eduardo de Santos

En el escrito de acusación la Fiscalía también pide nueve años de prisión para el productor Eduardo de Santos porque actuaba de manera "conjunta" con el otro acusado en la compra y posterior distribución de drogas.

Rafael Amargo / Twitter

Rafael Amargo fue detenido el año pasado en una operación contra el tráfico de drogas y Fiscalía le pide una pena de 9 años de prisión, unos hechos que están siendo investigados desde los juzgados / Twitter

Fiscalía no pide prisión para Luciana Bongianino, la pareja de Rafael Amargo

La Fiscalía no pide pena para la pareja de Rafael Amargo, Luciana Bongianino, en la cual el juez del caso sí que la considera posible autora de un delito contra la salud pública y otro de pertenencia a grupo criminal.

Un juez concluye que el bailarín era el jefe de un grupo que traficaba con droga

Recientemente, el juez del caso acabó la investigación y consideró que el bailarín era el jefe de un grupo que traficaba con droga, principalmente metanfetamina, que venían desde el piso que compartía con su mujer, utilizando "mulas" que llevaban la droga a los compradores.

Rafael Amargo / Wikipedia Guillem Medina

Fiscalía pide 9 años de prisión para el bailarín Rafael Amargo, acusado de tráfico de drogas / Wikipedia

"Se dedicaban manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes"

Fiscalía explica que durante los meses de abril y diciembre de 2020, el bailarín y el productor "se dedicaban manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre las cuales, metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero".

"Hacía llegar la droga en el lugar donde el cliente indicaba"

Compraban la sustancia de manera "conjunta" a los diferentes suministradores, para, posteriormente repartirla entre los dos y venderla a terceras personas. Amargo vendía las drogas a las personas que acudían a su domicilio de Madrid, y otras veces "hacía llegar la droga en el lugar donde el cliente indicaba, para eso se valía de su hombre de confianza el también acusado Miguel Ángel B. L." quién sabía lo que llevaba y que "después de hacer la entrega volvía al domicilio para entregarle el dinero obtenido con la venta".

La investigación continúa abierta y están intentando averiguar más detalles para aclarar los hechos, pero todo apunta que Rafael Amargo pasará unos años en la prisión por un presunto delito contra la seguridad pública.