Dani Alves, exjugador del FC Barcelona, está en la prisión desde el pasado 2 de enero, acusado de una agresión sexual a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de la capital catalana a finales de diciembre. Después de conocer su versión oficial en una entrevista en Telecinco, que concedió desde el centro penitenciario Brians 2 y en la que justificaba los múltiples cambios de versión como un intento por proteger a su mujer, ahora oímos su voz por primera vez en unos audios que se han filtrado de su quinta declaración ante la jueza. El programa Código 10 ha compartido las grabaciones de voz de la vista, en las que Alves mantiene que es inocente a la vez que admite las relaciones sexuales, pero asegurando que fueron consentidas. "Ella en ningún momento dijo que no".

Contrariamente a los cambios de versión a los que nos tenía acostumbrados, el futbolista mantiene lo que aseguró en la entrevista: las contradicciones de sus primeras declaraciones fueron fruto de un intento desesperado por ocultar lo que había pasado a su mujer, Joana Sanz. "Aquel día yo tenía una obsesión, que era proteger mi matrimonio", ha asegurado en la vista. "No quería aceptar haber tenido una noche de sexo".

A pesar de eso, también se ha sincerado sobre la tensión sexual que había entre él y la víctima. La joven, acompañada de dos amigas, accedió al reservado de la discoteca donde estaba Alves después de que uno de los camareros les preguntara si querían acercarse. El futbolista brasileño asegura que pasaron un rato bailando, todo el mundo se estaba divirtiendo. "Enseguida hubo una atracción sexual entre ella y yo, y noté su buena predisposición por la manera en que bailaba".

Mantiene que las relaciones fueron consentidas

Alves no tardó mucho en preguntarle si quería ir con él al lavabo. La chica, siempre según la versión de Alves, aceptó, y fue ella quien entró primero en la estancia. Una vez dentro, la joven le desabrochó los pantalones y le hizo una felación antes de acabar teniendo sexo con penetración. "Le pregunté dos veces si le estaba gustando y ella dijo que sí". Al terminar, salió primero el futbolista y le pidió que se esperara unos momentos antes de seguirlo, porque no quería que los vieran en una actitud demasiado cercana. "Supongo que estaba enfadada por eso, porque se despidió de mi amigo, pero de mí, no".

También mantiene lo que dijo en la entrevista sobre por qué, si todo lo que había pasado entre ellos había sido consentido, no se acercó a ella a la salida del local, donde la joven estaba llorando mientras hablaba con uno de los guardias de seguridad. "No la vi; si lo hubiera visto, le habría preguntado qué había pasado".

Pendiente de juicio

Dani Alves será juzgado por la Audiencia de Barcelona por un presunto delito de agresión sexual con penetración que tuvo lugar la madrugada del 31 de diciembre en los lavabos de uno reservado de la discoteca Sutton de Barcelona. Mientras que Alves ha dado múltiples versiones diferentes y contradictorias de los hechos, la víctima se ha mantenido firme en su declaración, y siempre ha asegurado que las relaciones no fueron consentidas y que el futbolista la arrinconó en el baño.

Los Mossos d'Esquadra pudieron verificar la versión de la víctima gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad del local, así como a los restos biológicos que encontraron tanto en el lavabo como la ropa de la chica. Si finalmente es declarado culpable, Dani Alves podría enfrentarse a una pena de prisión de entre 8 y 15 años, condena que su abogado, Cristóbal Martell, intentará evitar por todos los medios.