Dénia es una localidad alicantina reconocida, como la mayoría de zonas costeras de Levante, por sus playas y espectaculares parajes naturales. Sin embargo, un turbio capítulo de su historia revela cómo multitud de alemanes nazis fugados de la justicia se refugiaron allí durante décadas, montando un auténtico imperio de bungalows y fiestas enalteciendo los valores de Hitler y celebrando el nazismo.

La Odessa y el no final del nazismo tras la guerra

El primer término a tener en cuenta es Odessa, la organización fundada tras la Segunda Guerra Mundial por altos cargos nazis para huir y esconderse la justicia internacional que los perseguía tras el fin del conflicto.

Esta estructura permitió y llevó a cabo el traslado de miles de alemanes a otros lugares del mundo, sobre todo a América Latina, pero también en países europeos como España, donde quedaban amparados por la dictadura franquista.

Y aquí entra en juego el municipio de Denia, que fue elegido para una amplia comunidad como sitio de asentamiento fuera de su país. El creador fue Gerhard Bremer, que hizo construir el complejo llamado Bremer Park Bungalows.

Bremer Park Bungalows en Denia, el paraíso de los nazis prófugos

Este alemán nació en 1917 y fue oficial de las Waffen-SS, participando en la invasión de Polonia, los Balcanes y Francia.

Al concluir la guerra, estuvo encarcelado desde 1948 hasta 1954. Después, con su mujer, emigró a Denia y fundó su pequeño retiro junto a otros de sus colegas, que también eran trasladados por la Odessa.

Gerhard Bremer / @albersicambias

Gerhard Bremer / @albersicambias

Y no se escondía como un prófugo, ni mucho menos. Se convirtió en toda una personalidad en el sitio, celebrando cada año su cumpleaños con fiestas a las que acudían ciudadanos de la localidad y la alta sociedad del momento, aparte de los habitantes del Bremer Park.

A través de la memoria de la población, varios historiadores e incluso directores de cine han reconstruido la historia de la pequeña colonia nazi alicantina. Todos coinciden en que las fiestas de Bremer eran todo un acontecimiento.

Fiestas de cumpleaños por todo lo alto

Vestidos con uniforme militar de las SS, recibían a la banda de música de Denia, que tocaba en las celebraciones que se llevaron a cabo entre 1971 y 1980. En honor al anfitrión se tocaban canciones de Wagner como el Coro de los Peregrinos, que acabó tristemente asociada al nazismo.

Fiesta en casa de Bremer /@albersicambias

Fiesta en casa de Bremer /@albersicambias

Sin renunciar nunca a sus creencias, Bremer se convertía en el protagonista de estas veladas, con una piscina con esvástica incluida. También estaba entre los más altos empresarios y negociantes de la época, así como involucrado en otras actividades menos festivas.

Según el medio La Marina Plaza, que entrevistó al alcalde, Vicent Grimalt, aún hoy se pueden ver desde el paseo de Les Rotes los restos de un embarcadero desde donde se aseguraba que partían lanchas a recoger a nazis de barcos y traerlos a tierra para reubicarlos.

Traslados de oficiales y nazis para reubicarlos

Otro de los emplazamientos claves para la Odessa en Denia es la antigua Casa Finita, conocida como "Casa de los alemanes" y que hoy es el hotel Palau Verd.

Aquí se celebraban brindis cada 20 de abril para conmemorar el nacimiento de Hitler según los historiadores. De hecho, el local fue investigado por las policías de la República Federal Alemana y de Austria al sospechar que allí se organizaban traslados de oficiales de las SS para encontrarles una residencia fija en otros lugares del país como Málaga o Baleares, así como en Sudamérica.

Gerhard Bremer / @albersicambias

Gerhard Bremer anciano / @albersicambias

Por Denia se paseaban también personalidades como Otto Skorzeny, encargado de la operación para liberar a Mussolini cuando era prisionero de los aliados, y uno de los fundadores de la Odessa.

Gracias al cobijo de Franco y a la pasividad de las instituciones, Bremer pudo celebrar sus sonados cumpleaños hasta 1980, ya en democracia.

De hecho, murió tranquilamente en su complejo de Denia en 1989, siendo enterrado en el cementerio local y casi con honores.

Fue entonces cuando el nuevo director de la banda municipal, que siempre acudía a la señalada fecha, Pep Sendra, se negó a llevar a la agrupación a tocar en el funeral, generando un gran malestar en el entorno nazi.

Al respecto se ha estrenado este mes de octubre la película El Sustituto, del director Óscar Aibar, que narra la historia de este asentamiento a través de un policía de Madrid que llega a Denia.