Un hombre de 36 años se hace pasar por escolta de la Policía Nacional en Madrid. El individuo iba de copiloto de un vehículo por la zona del Puente de Vallecas este sábado poco después de medianoche en condiciones de embriaguez. Sin embargo, el conductor, un compañero suyo, se saltó un semáforo en rojo a gran velocidad. Esto provocó que la Policía Municipal lo parara inmediatamente en la intersección entre la avenida de la Albufera y la calle de Pablo Neruda. En el coche, viajaban tres personas. Los agentes locales le preguntaron al conductor el motivo de la infracción, a lo que el hombre contestó que estaba "calentando" el coche y que no había visto el peligro cuándo aceleró.

Borracho y con una pistola del calibre 45 cargada

La Policía Municipal de Madrid, tras estas declaraciones, procedió a identificar a los tres ocupantes, entre ellos el copiloto, que presentaba síntomas de embriaguez y que, además, exhibió a los agentes una placa de escolta de la Policía Nacional. El supuesto funcionario, que no tenía tarjeta del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ni ninguna otra documentación, les indicó que trabajó por la mañana y que más tarde estuvo consumiendo bebidas alcohólicas. También les aseguró que no llevaba encima ningún elemento que lo pudiera comprometer. No obstante, durante el cacheo encontraron una pistola oculta en la cintura que, además, no era una arma reglamentaría del CNP ni presentaba número de serie.

El hombre llevaba la pistola cargada con tres balas del calibre 45 y, encima, completamente borracho. Fue detenido por un delito de tenencia ilícita de armas. Los agentes municipales lo trasladaron a una comisaría de la Policía Nacional, donde un registro más exhaustivo permitió confiscarle un cuarto proyectil en un bolsillo de los pantalones. "Esta era para mí", aseguró al arrestado en una posible ideación suicida. También localizaron tres pequeñas dosis de cocaína.

La Policía Nacional estudiará si se trata de usurpación de funciones públicas

Por todo ello, fue arrestado y, además, la situación se agravó después de que diera positivo en la prueba de alcoholemia que le realizó la Policía Municipal de Madrid. Una vez le finalizaron el cacheo exhaustivo y le tomaron declaración, la Policía Nacional se hizo cargo del falso escolta para estudiar una posible apertura de investigación por un delito de usurpación de funciones públicas.