Un chico de 13 años ha apuñalado a la madre de su novia, de 12, después de que la niña le pidiera como represalia por haber sido castigada sin móvil. Según ha avanzado el ABC, el niño les habría tocado al timbre, y cuando la madre le abrió la puerta la atacó con un cuchillo, causándole graves heridas en la cara y la espalda.

El incidente ha tenido lugar el pasado jueves 26 de enero alrededor de las nueve menos cuarto de la noche en el número 6 de la calle del Maravedí, situado en el distrito madrileño de Carabanchel. Los servicios de emergencia recibieron una llamada en la que una mujer explicaba que su vecina había sido apuñalada. Varias patrullas de la Policía Nacional y de la Municipal, así como una ambulancia del SUMA 112 se desplazaron hasta la escena.

Apuñalada en la cara y en la espalda

Al llegar los sanitarios atendieron a la víctima, una mujer de 40 años, que presentaba varias heridas de arma blanca en los labios, en las orejas y la espalda, y la trasladaron al Hospital 12 de Octubre con diagnóstico reservado. Mientras tanto, los agentes interrogaron a la mujer que había dado el aviso, y ella les explicó que el chico la había atacado en el rellano de su casa con un cuchillo.

La policía rastreó la zona hasta que encontraron al presunto agresor. Al identificarlo quedó patente que se trataba del novio de la hija de la víctima. Lo interrogaron y, según su relato, fue la propia hija de la mujer apuñalada la que le pidió hacerle daño a su madre. El motivo era que había sido castigada sin poder utilizar el móvil, por lo cual la niña decidió tomar represalias.

No pueden ser ni detenidos ni imputados

A pesar de la gravedad de las acciones de los dos menores, la policía no los puede detener ni arrestar a causa de su edad; así, quedan amparados por la ley del menor, según la cual solo pueden ser perseguidos por la justicia las personas que hayan cumplido los 14 años. Por lo tanto, tampoco se los puede imputar. La policía también está investigando si el niño tiene conexiones con bandas juveniles, pero a estas alturas no se le ha relacionado con ninguna organización.

La responsabilidad de los hechos recaería en los padres, pero solo en el ámbito civil. Es decir, tendrían que pagar una posible sanción económica a modo de indemnización, pero tampoco se les puede condenar por la vía penal. De esta manera, los dos menores están supervisados por la policía después de haber sido entregados a sus padres, y se está investigando su ámbito familiar.