Vladímir Putin sigue invadiendo crudamente Ucrania, saltándose los acuerdos de alto al fuego y acribillando a los civiles que intentan salir del país a través de los corredores humanitarios. Desde Occidente se reacciona a golpe de sanción, vetando a Rusia en transacciones económicas, cerrando tiendas y anulando negocios con el país. La pasada semana se hablaba de la pérdida millonaria personal de Putin en España, sus vacaciones en Altea, en la costa alicantina, donde pasaba temporadas en villas de lujo. Pero, ¿qué valen las mansiones de Altea Hills, el lugar favorito del presidente en España?
Altea Hills, el lugar de vacaciones de Putin en España
Altea Hills es una urbanización de lujo situada en la ladera de la sierra de Bernia, que bordea el municipio alicantino de Altea, una de las localidades más demandadas y turísticas de la costa levantina. En total, 700 ciudadanos rusos están empadronados permanentemente en este pueblo blanco, de los 25.000 que lo están en toda la provincia valenciana, según datos de la Casa Rusia en Alicante. Unos cuantos privilegiados presumen de ser vecinos de Vladímir Putin y de habitar el lujoso complejo.
Privilegiados porque los precios de las viviendas en la urbanización no están al alcance, ni mucho menos, de todo el mundo. De hecho, solo ciudadanos rusos de alto nivel han sido capaces de acceder a una de las villas de la zona, que evidencia la mayoría de habitantes rusos y de otros países del este de Europa con carteles en escritura eslava, así como se demuestra su poder con los sistemas de seguridad para acceder, que cuentan con circuito cerrado de cámaras y vigilancia 24 horas al día, además de necesitar autorización para entrar.
La urbanización más lujosa para los millonarios rusos en Alicante
En datos recogidos por ABC, Altea Hills estima que uno de cada cuatro propietarios son de procedencia rusa y presumen de que nunca se ha producido ningún robo en una de las viviendas. Estas comodidades y seguridad atraen a personalidades que buscan discreción o anonimato, como fue el caso de Vladímir Putin. Aunque nunca se ha obtenido prueba gráfica de sus estancias ahí, una agente inmobiliaria admitía en 2019 al programa de Cuatro Fuera de cobertura que el mandatario acudía dos veces al año a la urbanización.
Realmente, es el precio de las casas lo que permite solo a la élite rusa a su compra, con un valor medio de entre dos y tres millones de euros, unos 5.000 euros por metro cuadrado, informa el mismo medio. De hecho, las villas ocupadas por multimillonarios rusos superan los siete millones de euros y las inmobiliarias -muchas con carteles en ruso- no tienen problemas para conseguir huéspedes o compradores. Además, el complejo parece haber sido creado directamente para ellos, ya que en su interior se encuentra la iglesia ortodoxa rusa más grande de España.
Cuánto cuestan los chalets donde veraneaba Vladímir Putin
Todos estos lujos y comodidades se añaden a clubs deportivos y spas como el balneario médico Sha Wellness, en El Albir, uno de los más lujosos del mundo, con tratamientos naturales que parten de los 8.000 euros y que atraen a celebridades de todos los países del mundo. Es aquí donde en 2014, en pleno conflicto en Crimea, La Razón afirmaba que Vladímir Putin había acudido a tratarse contra el envejecimiento y perder peso.
Ahora, sin embargo, estos lujos quedan atrás para el presidente dictador, que ya ha sido vetado en la mayoría de países europeos, así como su familia, de la que se ha podido saber hasta ahora bien poco, aunque hoy se revelaba la ubicación de uno de sus búnkeres más misteriosos y ostentosos. También se van despejando incógnitas sobre su presunta relación -o incluso matrimonio- con la gimnasta olímpica Alina Kabaeva.