Albert López, condenado a 20 años de prisión por el asesinato de Pedro R., la pareja de su amante, Rosa Peral, en Vilanova i la Geltrú el año 2017, ha reconocido ahora los hechos del caso conocido como el crimen de la Guardia Urbana. Y lo ha hecho, según parece, para poder acceder a los cursos de reinserción para delitos violentos, uno de los requisitos para obtener permisos y disfrutar de algunos días de libertad fuera de la prisión de Quatre Camins. Solo falta que la Junta de Tratamiento del centro lo autorice.

López ha confesado ahora el crimen "siguiendo el consejo de su abogado", según ha adelantado El Periódico. Así, podría incluso disfrutar de un tercer grado, con lo que podría salir de la cárcel durante el día y solo tendría que volver para pasar la noche. En cualquier caso, la Junta de Tratamiento tendrá que deliberar y tendrá que tomar una decisión al respecto. Entre otros, tendrá en consideración la reparación del daño; cuando los condenaron a prisión, tanto a Rosa Peral como a él, también les ordenaron pagar una indemnización de unos 880.000 euros a la familia de Pedro R., de los cuales López solo habría pagado 20.

Rosa Peral no confiesa nada, pero pide salir

Desde el pasado agosto, Rosa Peral ha pedido salir de la prisión donde cumple condena desde el 2020, en concepto de permisos de fin de semana. Y lo hace alegando que ya ha cumplido una cuarta parte de la sentencia, pero siempre se lo han negado, ya que sigue sin aceptar su participación en el crimen. Por su parte, del dinero de la indemnización, Peral habría abonado 1.655 euros a la familia a la víctima.

Libertad provisional para los cuatro turistas que agredieron a un taxista en Barcelona

El Juzgado de Instrucción número 3 de Reus ha acordado libertad provisional para los cuatro jóvenes irlandeses que este lunes por la mañana apalearon al conductor de un taxi en Barcelona antes de huir hacia el aeropuerto de la capital del Baix Camp con un VTC, según adelantó ElCaso.com. Las diligencias están abiertas por un delito de lesiones, ya que el taxista acabó con la rodilla rota después de recriminar a los turistas haberle pedido el servicio de transporte primero a él para dejarlo plantado y coger un Uber. Los chicos fueron detenidos justo antes de llegar al aeropuerto, y los Mossos d'Esquadra impidieron que huyeran hacia su país de origen.