Este lunes por la mañana, cuatro jóvenes irlandeses han apaleado al conductor de un taxi en Barcelona y han huido hacia Reus donde pretendían coger un vuelo de vuelta a su país, según ha podido saber ElCaso.com. Los chicos estaban en la ciudad condal haciendo turismo, y habían comprado los billetes para un avión con salida desde el aeropuerto de la capital del Baix Camp, que tiene conexiones directas con las principales ciudades del Reino Unido y de Irlanda. En un principio habían pedido un taxi convencional para que los trasladara hasta allí, pero, en el último momento, han solicitado los servicios de un VTC (Vehículo de Turismo en Conductor) y esta decisión ha desencadenado la agresión.
Y es que el conductor del taxi, cuando ha llegado a la dirección facilitada por los jóvenes, en el hotel Barceló Raval, en torno a las siete, se ha encontrado a los turistas metiendo las maletas en un Uber. Sintiéndose estafado, la víctima se ha acercado al coche para pedir explicaciones a los chicos, ya que consideraba que le correspondía a él hacer este trayecto, habiéndoselo solicitado a él primero. Hablando con ellos no llegaban a ningún acuerdo, y los chicos han acabado agrediéndolo con puñetazos hasta romperle la rodilla, más concretamente, el menisco. Según apunta Élite Taxi, esta situación se ha dado porque el recepcionista del hotel quería "llevarse una jugosa comisión", y ha hecho salir a los turistas del taxi y los ha hecho subir al VTC.
Los Mossos ya los esperaban en Reus
Los irlandeses, pues, han abandonado el sitio con el Uber. Pero el taxista se había quedado con la matrícula del VTC y ha acudido a un agente de la Guardia Urbana de Barcelona y le ha explicado lo que acababa de pasar. Desde la GUB han trasladado los hechos a los Mossos d'Esquadra, los que, sabiendo el número de placa del coche en que habían huido los turistas, así como su destino, han montado una patrulla cerca del aeropuerto de Reus, y han esperado.
No ha tenido que pasar mucho tiempo y los agentes han visto el Uber en cuestión acercándose por la carretera. Los han parado y les han hecho bajar del vehículo para identificarlos. Al comprobar que eran los cuatro irlandeses que una hora antes habían apaleado al conductor de un taxi en Barcelona, los han detenido antes de que pudieran coger el vuelo a su país.