No solo Rosa Peral está castigada. El segundo condenado por el crimen de la Guardia Urbana, tal como se bautizó el asesinato de Pedro Rodríguez, también ha sido castigado. Albert López, que era amante de Rosa Peral y participó, conjuntamente con ella, en el crimen, también ha sido sancionado con la restricción de comunicaciones y, hoy por hoy, solo puede hablar con su abogado cuando lo solicite a la dirección del centro.
Según ha confirmado la misma consellera de Justicia, Gemma Ubasart, y el secretario de Medidas Penales, Amand Calderó, se le han aplicado medidas cautelares para tener en su lista de teléfonos autorizados los números de dos periodistas, aunque su defensa alega que fueron autorizados hace dos años. La autorización, sin embargo, la habían hecho los servicios penitenciarios, un hecho que todavía hace más extraña esta decisión de Justicia de castigarlo y dejarlo incomunicado.
López también castigado e incomunicado
Según explicado el abogado de López, el condenado solo puede llamarlo a él y después de autorización previa de los responsables de la prisión. Este castigo y esta incomunicación llega de manera paralela a la sanción que ha recibido Rosa Peral -le han suspendido los vis-a-vis y las comunicaciones personales y por teléfono por la "falta grave" de haber participado entrevistas no autorizadas- aunque Albert López ha mantenido un papel mucho más discreto estos días cuando la historia, por el estreno en Netflix de la serie 'El cuerpo en llamas' y el documental de parte 'Las cintas de Rosa Peral', ha vuelto al ojo del huracán.
Peral no solo ha orquestado un documental para intentar blanquear su figura pública y mantener que es inocente, también ha ofrecido entrevistas saltándose las limitaciones de los servicios penitenciarios.
Un crimen que los dos niegan
Hay que recordar que Rosa Peral y Albert López, que fueron pareja y también compañeros de patrulla, según la condena de la Audiencia de Barcelona, participaron juntos en el asesinato de Pedro Rodríguez si bien ellos niegan haber participado y se acusan uno en el otro de ser los autores materiales del crimen. Peral fue condenada a 25 años de prisión y López a 20.