De momento, nadie sabe qué originó el tiroteo de este jueves en la A-27, saliendo del coll de Lilla, a Montblanc (Tarragona), cuando un hombre, de nacionalidad española, de unos 35 años, con varios antecedentes, abrió fuego contra un camión de matrícula marroquí. Como mínimo, el vehículo pesado tiene dos impactos de bala, pero el pistolero disparó más de cinco veces. Un agente de los Mossos fuera de servicio, tal como adelantó ayer ElCaso.com, observó los hechos y dio la alerta, organizando un dispositivo Gàbia para intentar cazar el coche, un Volkswagen Golf, desde donde habían disparado, y que inició una huida de la zona. Se hicieron cierres en la zona del Camp de Tarragona y se puso en alerta a los Mossos de la región Metropolitana Sur, sabiendo que el vehículo, después de entrar en la AP-2, siguió por la AP-7 en dirección a Barcelona.
Con la colaboración del helicóptero policial y unidades de Tráfico y Seguridad Ciudadana, se hicieron varios cortes y saturaciones de tráfico hasta que pudo ser arrestado, en Molins de Rei, en el Barcelona, el pistolero. Según ha podido saber ElCaso.com, se trata de un hombre de unos 35 años, de nacionalidad española, con un currículum criminal trabajado: suma más de 20 antecedentes por varios delitos. Los Mossos, no obstante, no encontraron el arma que se utilizó para abrir fuego contra el camión. El hombre ha quedado detenido por un robo violento, por conducción temeraria y también por desobediencia y resistencia a agentes de la autoridad, pero hará falta que la investigación avance para aclarar qué pasó y, sobre todo, cómo es que abrió fuego contra el camión que transitaba por la A-27 en dirección sur. Por ahora, el detenido no ha colaborado con la policía, ni para explicar dónde tiró el arma, ni tampoco para explicar qué originó el tiroteo.
La hipótesis policial: un error fatal de los asaltantes
La lógica policial hacía pensar que el asalto, como es desgraciadamente normal en Catalunya, era un narcoasalto, lo que también se conoce como vuelco, es decir, un robo entre narcotraficantes de droga. Sin embargo, a fin de que la hipótesis tuviera fuerza, se tendría que haber encontrado droga en el camión. Y, por ahora, según ha podido saber ElCaso.com, no se ha encontrado droga en el camión de matrícula marroquí. Esta mañana la Unidad de Investigación de Valls ha repasado el vehículo con la colaboración de guías caninos, pero tampoco se ha encontrado droga escondida en la estructura del camión. Sin droga, los Mossos sospechan de dos posibles escenarios. El primero parece descartado: una discusión de tráfico que acaba mal. Hay un indicio que apunta que no se trata de un conflicto de tráfico, que es la participación de como mínimo otro vehículo en el asalto, que no pudo ser interceptado —se pasó la placa de un coche, un Audi A5, que finalmente, aunque se identificó el conductor y registró el coche, quedó en libertad en no poder encontrarse ningún indicio que lo pudiera relacionar con los hechos. Por lo tanto, la segunda hipótesis es la que, por ahora, en espera de que avance la investigación, toma más fuerza, tal como han explicado fuentes conocedoras del caso a este medio: un error.
Los Mossos creen que los asaltantes, entre ellos el hombre arrestado en Molins de Rei, erraron en el asalto. Por error de la persona o por error de ellos, no acertaron con el camión que, supuestamente, tenía que llevar la droga que querían robar, y atacaron el vehículo equivocado. Los investigadores también han repasado los pasos del conductor, de nacionalidad marroquí, para saber si había hecho alguna parada anterior donde habría podido descargar la droga, pero no consta nada extraño. Tampoco se trata de un hombre con antecedentes y, en su declaración —cuando se pudo hacer, después de superar la barrera idiomática—, tampoco se han detectado incongruencias. El hombre explica cómo fue el intento de asalto, pero no sabe qué motivó el asalto.
Cada vez más incidentes con armas de fuego
Sea como sea, la investigación se mantiene abierta y los agentes de la comisaría del Alt Camp —tienen la competencia también en la Conca de Barberà— siguen intentando averiguar qué pasó, como se produjo el supuesto error en este narcoasalto y también si realmente había un camión cargado de droga que tenía que ser objetivo de los narcoladrones, y también poder identificar, por cámaras de seguridad de la carretera, los otros vehículos implicados. También se busca el arma que se utilizó para abrir fuego contra el camión.
El caso sigue abierto y, fuentes policiales, alertan de la peligrosidad de este tipo de hechos, donde desconocidos abren fuego contra vehículos para llevarse droga. Los últimos meses se han registrado varios incidentes con heridos por armas de fuego relacionados con el narcotráfico. La semana pasada, un narcoasalto en Sant Quintí de Mediona acabó con la intervención de casi 10 millones de euros en hachís y varias armas de fuego, entre subfusiles, rifles y cuatro pistolas. En Olesa de Montserrat, hace pocas semanas, mataron a tiros a un joven magrebí en un asalto parecido, en una casa donde había marihuana y donde, supuestamente, entró a robar la droga. Hace pocos días, después de un enfrentamiento relacionado con una compraventa de cocaína, en Figueres, un hombre recibió un tiro en la cabeza.