La Policía Nacional ha encontrado un torso y unos brazos humanos en el vertedero de Toledo donde se están llevando a cabo las tareas de búsqueda de más restos humanos de Ángel, el niño de 11 años desaparecido en Madrid. Todo apunta que serian del menor. El pasado 11 de enero ya se encontró un pie suyo, tal como corroboraron las pruebas de ADN que se le practicaron. De esta manera se confirmó su muerte. Desde entonces se están buscando más partes del cuerpo que puedan determinar cuándo y cómo murió. El cadáver de su primo Fernando, con quien había desaparecido, también apareció en este vertedero el 15 de diciembre. La autopsia practicada determinó que había muerto por asfixia.
Los dos menores desaparecieron en un supermercado de Madrid
La última vez que se vio a los dos primos con vida fue el 10 de diciembre. Fueron a comprar unos bocadillos a un supermercado del barrio madrileño de Carabanchel con el padre de uno de ellos. Aprovechando que el adulto había ido a una lavandería próxima, los menores se marcharon voluntariamente por la puerta de detrás del establecimiento y cogieron el metro hasta la estación de Marqués de Vadillo. Fueron con bus hasta Toledo, donde vivía una expareja de Fernando, de quien todavía estaba enamorado. Allí, los menores fueron grabados por las cámaras de seguridad de la estación de autobuses, de un hotel y de un centro comercial.
Desde entonces no se sabe nada más de él hasta que el cadáver de Fernando apareció en el vertedero de Toledo el 15 de diciembre. Su cadáver no presentaba signos de violencia y la principal hipótesis con la cual trabajan los investigadores es la de la muerte accidental. Creen que se podrían haber refugiado del frío en un contenedor y habrían acabado dentro del camión de la basura. La familia de los chicos, en cambio, cree que hay alguna persona detrás de su muerte y apuntan a la familia de la expareja de Fernando como principal sospechosa. Saber cómo murió Ángel puede ser clave para poner luz en el crimen.