La desaparición de Fernando y Ángel, los dos primos desaparecidos en Madrid, ha acabado de la peor forma posible. Sus cuerpos sin vida han aparecido en un vertedero de Toledo. El cadáver de Fernando apareció cinco días después de la desaparición y la autopsia determinó que había muerto asfixiado. En el caso de Ángel, solo se encontró un pie y se están buscando más restos para poder saber cómo murió. Lo que pasó entre su desaparición y su muerte a estas alturas es todo un misterio y reconstruir sus últimas horas es clave para determinar si murieron accidentalmente o hay terceras personas implicadas.
Los dos menores desaparecieron en un supermercado de Madrid
Los dos primos, de 17 y 11 años, fueron vistos por última vez en torno a las cuatro de la tarde del pasado 10 de diciembre. Los chicos fueron a comprar unos bocadillos a un supermercado de la calle General Ricardos, en el barrio madrileño de Carabanchel. El padre de uno de ellos los acompañó, pero fue un momento a una lavandería que había a 50 metros, momento en que los dos jóvenes se esfumaron. Cuando el padre volvió al cabo de pocos minutos, los menores ya no estaban y se puso la denuncia por desaparición en la comisaría de la Policía Nacional en Villa de Vallecas.
La búsqueda de los desaparecidos empezó aquel mismo día. Los agentes analizaron las cámaras de videovigilancia del establecimiento donde desaparecieron y comprobaron que fueron grabados saliendo por la puerta trasera. También se comprobó en las cámaras de las estaciones de metro que habían cogido el transporte público hasta la estación de Marqués de Vadillo. Eso hizo pensar a los investigadores que podría tratarse de una desaparición voluntaria.
Se buscó a los chicos por los distritos de Vallecas, Carabanchel y Usera, pero no tuvieron ningún rastro de ellos. Sabiendo que Fernando tenía una expareja que vivía en Toledo, pensaron que quizás lo había ido a ver, ya que todavía estaba enamorado de ella. Al comprobar las cámaras de seguridad de la estación de autobuses, se confirmó su presencia en la ciudad manchega. Allí se les pudo seguir el rastro hasta un hotel próximo, donde se intentaron alojar. Las últimas imágenes donde se les ve fueron registradas en el centro comercial 'Luz de Tajo' entre el 10 y el 11 de noviembre.
Los dos menores han aparecido muertos a un vertedero de Toledo
Desde aquella grabación, el 11 de diciembre, no se tiene ningún rastro suyo. El 15 de diciembre, cuatro días después, el cadáver de Fernando apareció en el Ecoparque de Toledo, aunque no se pudo identificar hasta el 21 de diciembre. Su cuerpo, en mal estado por los procesos propios de un centro de reciclaje, no presentaba signos de violencia y se determinó que había muerto por asfixia dos días después de su llegada a Toledo. Los investigadores creen que se podrían haber refugiado del frío durante la noche en un contenedor y habrían acabado accidentalmente dentro del camión de la basura.
Por su parte, la familia de los menores cree que podría haber terceras personas implicadas en la muerte de los dos primos. Apuntan a la familia de la expareja de Fernando, a quien los menores habrían ido a ver en Toledo. La joven aseguró a los policías que no había llegado a verlos y que no sabía nada de ellos. Hacía tres meses que ella había dejado a Fernando para iniciar una relación con otro chico. De hecho, Fernando también se había casado y estaba esperando un hijo con otra mujer. La familia de los menores, sin embargo, cree que la chica esconde alguna cosa y han empezado a presionarla, hasta el punto que se ha tenido que marchar de casa.
De momento, las incógnitas sobre que pasó en aquellas horas entre que fueron vistos en el centro comercial y que murieron siguen abiertas. Los investigadores de la Policía Nacional siguen rastreando el vertedero de Toledo en busca de más restos de Ángel para poder determinar cómo murió. También está a la espera de los resultados toxicológicos de Fernando para saber si estaba bajo el efecto de alguna sustancia, pero no se sabrá hasta dentro de tres o cuatro meses.