El ADN ha confirmado la peor noticia posible. Los restos humanos encontrados en el vertedero de Toledo corresponden a Ángel Fernández Silva, el niño de 11 años que desapareció con su primo en Madrid. De esta manera se certifica la muerte de los dos menores, aunque la Policía Nacional sigue buscando más restos humanos del pequeño para que se pueda descubrir la causa de la muerte. Hasta ahora solo se ha podido localizar un pie. El cadáver de su primo Fernando, de 17 años, apareció en el mismo Ecoparque de Toledo el pasado 15 de diciembre. La autopsia determinó que había muerto por asfixia.

La Policía Nacional encontró el pasado 11 de enero un pie humano en una zona acotada de unas 10.000 toneladas de basura donde los investigadores estaban buscando los posibles restos de Ángel. Aunque desde el primer momento se aseguró que había un 90% de probabilidades de que fuera suyo, no ha podido confirmarse oficialmente hasta que las pruebas de ADN han demostrado su compatibilidad con el material genético de sus familiares. El operativo de búsqueda en el vertedero sigue al marcharse para encontrar otros restos humanos que puedan esclarecer cómo murió el menor.

Fernando y Ángel desaparecieron el 10 de diciembre para ir a Toledo

Fernando y Ángel, dos primos de 17 y 11 años, desaparecieron el pasado 10 de diciembre cuando fueron a comprar a un supermercado del barrio de Carabanchel, en Madrid. Aprovechando que el padre de uno de ellos se marchó un momento a la lavandería, los dos menores se fugaron por la parte trasera del establecimiento. Posteriormente, se les vio coger el metro hasta la parada de Marqués de Vadillo. Los dos jóvenes, que formaban un binomio inseparable, fueron a Toledo, donde las cámaras de seguridad les registraron en la estación de trenes, en un hotel y en un centro comercial.

La Policía Nacional empezó a investigarlo como una desaparición voluntaria. El cadáver de Fernando apareció en el Ecoparque de Toledo cinco días después de la desaparición. El cuerpo no presentaba ningún signo de violencia y la autopsia determinó que había fallecido por asfixia. Los investigadores creen que podría haber sido una muerte accidental al esconderse en un contenedor para resguardarse del frío, pero la familia de las víctimas cree que hay terceras personas implicadas en ambas muertes.