Unos pescadores han encontrado la tarde de este domingo un cadáver en el pantano de la Llosa del Cavall, en Sant Llorenç de Morunys (Solsonès). A pesar de estar a la espera de los resultados de la autopsia, que confirmarán la identidad exacta del difunto, todo apunta que el cuerpo pertenece al mosén Xavier Castelló, desaparecida el pasado mes de noviembre durante una fuerte tormenta que lo sorprendió mientras hacía una visita al santuario de la Mare de Déu de Lord.

La mañana del 17 de noviembre el cura, de 78 años, salió del seminario de Solsona para pasar el día en el santuario, pero ya no regresó. Según dijo a los seminaristas, tenía pensado volver en torno al mediodía, y cuando sus colegas se dieron cuenta de que no estaba, llamaron inmediatamente a los servicios de emergencia. Los Bomberos de la Generalitat pusieron en marcha un dispositivo de búsqueda con 18 dotaciones terrestres, apoyados por una unidad canina y un helicóptero. Cinco días después, se suspendía el rastreo terrestre, y los efectivos del Grupo de Apoyo de Actuaciones Especiales (GRAE) subacuático cogió el relevo.

Rastrearon el pantano hace meses

A pesar de haberse suspendido la búsqueda por la zona boscosa de Vall de Lord, los agentes del GRAE peinaron todos los rincones del pantano de la Losa del Caballo, donde sospechaban que el mosén se habría podido caer durante las fuertes lluvias. En aquel momento, los agentes no encontraron ningún indicio que indicara que encontrarían el cuerpo y, finalmente, suspendieron todas las investigaciones. Ahora, sin embargo, el hallazgo de este cadáver en una zona de difícil acceso del pantano hace pensar a los investigadores que podría tratarse del mosén Castelló, y están a la espera de que los resultados del ADN confirmen sus sospechas.

Encuentran muerto al mosén del santuario de Rocaprevera

El pasado lunes 13 de marzo los Bomberos de la Generalitat encontraron el cuerpo del cura del santuario de Rocaprevera, en Torelló, en un bosque de Tavertet (Osona). El mosén también tenía 78 años y desapareció dos días antes de encontrarlo muerto, cuando salió a pasear por los alrededores del santuario. Según la investigación de los Mossos d'Esquadra se trató de una muerte accidental, y todo indica que el mosén se cayó por un precipicio mientras paseaba.