Investigan dos doctoras del hospital de Elda (Alicante) por, presuntamente, dejar morir a un niño de 8 años. El menor acudió cinco veces en urgencias, pero las médicos no le hicieron las pruebas pertinentes y le decían que no tenía nada. Al cabo de pocos días, acabó muriendo por una peritonitis. Según la investigación policial, si le hubieran dado los medicamentos adecuados, se habría podido salvar.

Los hechos pasaron en noviembre del 2020, en plena pandemia del coronavirus. Esta semana, la jueza instructora del caso ha citado a declarar como investigadas las dos médicos que lo atendieron, que tendrán que responder todas sus preguntas el próximo 12 de diciembre. Considera que hay indicios suficientes para considerar que practicaron una mala praxis y, por este mismo motivo, las ha imputado.

"Lo han dejado morir: fue cinco veces a urgencias y le decían que no tenía nada"

Las médicos imputadas son, por una parte, su pediatra, que, presuntamente, le dio un medicamento no adecuado y, por otra parte, a una médico del hospital de Elda porque, presuntamente, cuando examinó a la víctima, no lo estaba supervisando su jefe. "Lo han dejado morir: fue cinco veces en urgencias y le decían que no tenía nada", explicaba su abuela en un vídeo, que corrió como la pólvora en las redes sociales.

Aitor, el niño de 8 años, murió por una peritonitis

La excusa que dieron los sanitarios fue que estaban saturados por culpa del coronavirus y que, por este motivo, no le hicieron ni ecografía ni analítica de sangre. Aitor murió a causa de una peritonitis que no le detectaron. Esta enfermedad provoca una inflamación del peritoneo, que es una membrana que recubre las paredes de la barriga y que, si no se trata a tiempo, puede provocar la muerte.

"Nos hemos puesto a disposición de la familia para colaborar en el esclarecimiento de los hechos que han desembocado en un suceso tan triste", explican desde el Departamento de Salud de Elda. "Solo quiero que mi hijo no sea un número más. Que se haga justicia con mi hijo y que me digan que se equivocaron. Con eso ya me sobra, aunque nunca me sacarán el dolor ni la pena", concluye la abuela de la víctima.