Las autoridades mexicanas detuvieron el pasado viernes al narcotraficante más buscado del mundo, Rafael Caro Quintero, condenado por el asesinato de un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) del Departamento de Justicia de los Estados Unidos el año 1985. La captura de Quintero ha sido precedida durante tiempo por crueles enfrentamientos por todo el territorio mexicano, según ha informado The Washington Post.
La captura de Quintero, toda una obsesión para los Estados Unidos
Caro Quintero, de 69 años, cumplió 28 años en la prisión de los 40 que se le impuso por el asesinato del agente de la DEA y otros delitos. Pero, el llamado El Padrino de la droga en México, salió de prisión en el año 2013 por un error procesal. Fue entonces cuando Quintero decidió reconstruir el imperio criminal más poderoso. Desde entonces, las autoridades emitieron una nueva orden de captura que se convirtió en una obsesión para las autoridades norteamericanas.
El año 2020, con la administración de Trump, el fiscal general William P. Barr insistió en el gobierno de México para rastrear al narcotraficante con la condición de dejar libre al exministro de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos Zepeda, acusado para traficar con droga. A pesar de todos los esfuerzos, Caro Quintero se escapaba repetidamente de los agentes de policía. "Hay miles de agentes de la DEA en México para defender la seguridad nacional de este país, pero también para llevar a Rafael Caro Quintero ante la justicia", declaró Terry Cole, un agente retirado de la DEA que sirvió en México.
Las fuerzas especiales de los marines mexicanos, junto con la ayuda de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, consiguieron capturar al narcotraficante en el municipio de mexicano de Choix, en el estado de Sinaloa. Caro Quintero habría estado viajando con un pequeño grupo de agentes de seguridad y se encontraba en una zona boscosa. De hecho, fue el excelente olfato de un perro, Max, que las autoridades pudieron detener al narcotraficante.
Una recompensa multimillonaria
Las autoridades norteamericanas ofrecieron una recompensa estratosférica por quien aportara información para la detención del narco, que figuraba en la lista negra de los más buscados por el FBI y la DEA. La cifra ascendía a 20 millones de dólares. Su detención se produjo días después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se reuniera con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca. Con este presidente, México ha intensificado recientemente sus esfuerzos en la lucha contra las drogas.
Extradición de Quintero a los Estados Unidos
Merrick Garland, el fiscal general de los Estados Unidos, expresó el viernes su agradecimiento al gobierno mexicano por la detención de Quintero, ya que fue "la culminación de un trabajo incansable de la DEA y sus socios mexicanos". También añadió que las autoridades norteamericanas solicitarán la extradición del narco, que se enfrenta a cargos de tráfico de cocaína en Nueva York, donde probablemente será juzgado. "No hay lugar donde esconderse para quien secuestra, tortura y asesina las fuerzas del orden norteamericano", amenazó Garland.
Secuestro de Enrique Camarena, agente de la DEA
El agente de la DEA Enrique Camarena fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 en la localidad de Guadalajara, un punto muy importante para el tráfico de drogas. El secuestro causó una gran conmoción al gobierno de los Estados Unidos y provocó una gran persecución a Caro Quintero, ya que se le atribuyó el delito. Un mes después del secuestro, el cuerpo del agente antidroga fue encontrado en una fosa en el estado de Michoacán. Caro Quintero fue capturado en Costa Rica y fue condenado a 40 años de prisión por asesinato, pero sólo cumplió 28. Ahora, después de la nueva detención, se espera con ansia la condena.