Los Mossos d'Esquadra han detenido el conductor de 33 años que el pasado 21 de mayo provocó un accidente en la C-12, en Balaguer, en el cual murió la mujer que iba en el asiento del copiloto y varias personas más, entre ellos el ahora detenido, resultaron heridas. El vehículo que conducía el ahora detenido, de matrícula británica y con el volante a la derecha, bajaba a gran velocidad por la carretera cuando, después de hacer un par de adelantamientos peligrosos en sentido sur, según apuntaron varios testigos, perdió el control del vehículo, invadió el carril contrario y chocó contra un todoterreno. La pasajera del vehículo, de 28 años y originaria de Sudamérica, murió, mientras que el conductor del coche resultó herido y tuvo que ser hospitalizado. Con respecto a los ocupantes del todoterreno, el conductor resultó herido crítico y el resto salieron ilesos.
La mujer muerta había sido obligada a subir al coche
El Área Regional de Tráfico de los Mossos se hizo cargo de la investigación del siniestro, pero ya desde un primer momento se vio que había cosas inquietantes. Los agentes tuvieron conocimiento que momentos antes del siniestro, tanto el conductor del vehículo como la víctima mortal habían tenido una discusión, e incluso él la había hecho subir al coche contra su voluntad, tal como ya adelantó ElCaso.com. Los investigadores pudieron averiguar que los dos mantenían una relación, aunque no se trataría de una pareja sentimental, sino que se trataría de un tema más bien relacionado con la prostitución. En el interior del coche, además, se encontraron varias dosis de sustancias estupefacientes y cuando se le hicieron las pruebas de drogas al conductor también dieron un resultado positivo.
Después de varias indagaciones, finalmente, el hombre ha podido ser detenido este jueves, 3 de julio, una vez ha recibido el alta hospitalaria después de más de un mes ingresado recuperándose de las lesiones que sufrió en el accidente. El hombre, extranjero, de un país europeo, está acusado de ser el presunto autor de un delito de homicidio por imprudencia grave, de lesiones por imprudencia, de conducción temeraria y por conducir bajo los efectos de las drogas. Además, también se le acusa de un delito contra la salud pública por las drogas que se le encontraron en el coche y de un delito de maltrato en el ámbito del hogar y detención ilegal por obligar violentamente a la mujer a subir al vehículo, el mismo en el que pocos minutos después acabaría perdiendo la vida. Pasado a disposición judicial, el magistrado ha decretado prisión provisional.