Los Mossos d'Esquadra han detenido en Montblanc, en la Conca de Barberà (Tarragona), a Adrien Rompen, un hombre de 40 años que se había escapado de una prisión de Bélgica donde cumplía una pena por un homicidio cometido el año 2015. La detención se hizo en el marco de una identificación en un control rutinario de los Mossos en Montblanc. Este miércoles el arrestado ha pasado a disposición judicial al Juzgado Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional con el fin de dar cumplimiento a la Orden Europea de Detención que tenía pendiente pedida por las autoridades belgas.
Según detallan varios medios belgas, Adrien Rompen aprovechó un permiso para abandonar el país y trasladó a España, donde este lunes fue interceptado en un control de paso. Después de ser identificado, y al detectar que tenía una orden de detención internacional colgada en el sistema informático, los agentes de la comisaría de Montblanc lo detuvieron. El hombre está condenado a 20 años de prisión en su país por haber matado a su mujer, Charlène Grosdent, el abril de 2015. De profesión bombero, hasta que fue detenido, tras un par de semanas de escapar, nadie supo nada, si bien sí que las autoridades belgas tenían la sospecha de que el hombre había podido salir del país para evitar ser detenido.
Pendiente de ser extraditado en Bélgica
Después de ser entregado a la Audiencia Nacional, el tribunal especial que se hace cargo de este tipo de detenciones, cuando es por búsquedas de ámbito internacional, las autoridades esperan que sea extraditado y que vuelva a prisión para seguir con la condena. Desde 2017 que estaba en la prisión condenado por el asesinato de quienes había sido su pareja, que fue asesinada el año 2015 en Welkenraedt. Gilles de Villers Grandchamps, el fiscal de Verviers, quien el martes confirmó la detención, no pudo aportar más información sobre la detención, asegurando a los medios belgas que había sido detenido en España.
Hoy los Mossos han confirmado que la detención la hizo la policía catalana y que se hizo en el marco de un control de paso que estaban haciendo agentes de la comisaría de Montblanc y que no había ninguna operación para localizarlo ni detenerlo, es decir, que fue gracias al azar y a las tareas de control que hacen los agentes en esta comarca del Camp de Tarragona.