La Guardia Civil ha detenido a un hombre presuntamente implicado en el asesinato de Amelia, Ángela y Pepe, los tres hermanos de edad avanzada, que el pasado jueves fueron encontrados muertos, calcinados y apiñados en el comedor de su casa, en Morata de Tajuña (Madrid). El arrestado es uno de los principales sospechosos del crimen, un hombre de 42 años y origen pakistaní, quien prestó entre 30.000 y 60.000 euros a los hermanos, víctimas de una estafa por Internet. El acusado atacó en una ocasión a Amelia y a Ángela cuando estas no pudieron devolverle el dinero prestado, llegando a agredir a la primera con un martillo.
Las primeras informaciones apuntan al hecho de que el arrestado se habría entregado él mismo este lunes a primera hora en la comisaria de Arganda del Rey, después de tener conocimiento de que el grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid le seguía la pista.
La estafa nigeriana que les costó la vida a los hermanos
Hace ocho años, Amelia y Ángela comenzaron sendas relaciones amorosas con dos supuestos militares norteamericanos, Edward y Michael, a quienes habían conocido a través de Facebook. Nunca les llegaron a ver en persona, pero confiaban ciegamente en su existencia y los consideraban sus parejas. Un día, Edward les dijo que Michael había muerto en el frente, en Afganistán, y que a él le correspondía una cuantiosa herencia de más de siete millones de euros que quería compartir con ellas. El problema, sin embargo, era que los gastos de gestión para recibir el dinero eran muy elevados, y pidió a Amelia y a Ángela que le ayudaran a hacerles frente.
Las dos mujeres, de 70 y 68 años, aceptaron. Y así fue como cayeron en el engaño conocido como estafa nigeriana o fraude 419, que consiste en enviar mensajes, haciéndose pasar por otra persona, en los que, con la excusa de tener los fondos bloqueados o, como en este caso, que recibirían una herencia, ofrecen grandes cantidades de dinero a cambio de que, previamente, la víctima haga un adelanto. Las hermanas llegaron a enviarle a este individuo 400.000 euros. Nunca recibieron ni un céntimo de los millones prometidos, pero acabaron con las cuentas a cero y endeudadas hasta las cejas.
Aparecen muertos después de un mes sin noticias de ellos
A lo largo de los años, los tres hermanos, que llevaban una vida social activa y tenían muchos amigos por el pueblo, cortaron la relación con casi todo el mundo. Sus amigos y conocidos, a quienes comenzaron a pedir dinero después de quedarse sin blanca - las pensiones que cobraban ambas, así como la que recibía su hermano Pepe, con una discapacidad que lo hacía dependiente, no llegaban a cubrir todos los gastos - advirtieron a Amelia y a Ángela que las estaban estafando, pero ellas no entraban en razón.
Desesperadas, alquilaron una habitación de su casa a un hombre, el mismo que ha sido detenido este lunes. Según lo que explicaron los vecinos, las hermanas le pidieron un préstamo a su inquilino, pero no pudieron devolverle la elevada cantidad. El acusado, entonces, las atacó con un martillo, exigiendo su dinero.
Poco después, los hermanos desaparecieron. Desde principios de diciembre que nadie sabía nada de ellos, pero tardaron en denunciar porque se pensaban que estaban haciendo un viaje. Cuando la policía entró en su domicilio, en la calle del Calvario 3, se encontraron los tres cadáveres. La investigación quedó abierta por asesinato, y el principal sospechoso fue este hombre, antiguo inquilino, que ya intentó hacerles daño en una ocasión, en venganza por una deuda no satisfecha.