Los Mossos d'Esquadra han intensificado su ofensiva contra los puntos de venta y consumo de droga en Barcelona, lo que todo el mundo conoce como narcopisos. La estrategia, liderada sobre todo desde Ciutat Vella, el distrito más castigado y desde donde el intendente Víctor Martín ha incrementado las investigaciones, tiene como objetivo evitar que los puntos se enquisten y que, con menos tiempo, se puedan atacar los pisos ocupados que se convierten en puntos de distribución de droga. Estos puntos, evidentemente, no solo generan un problema de salud pública, sino que también irradian delincuencia de baja intensidad a su alrededor, con incivismo, hurtos y robos violentos cometidos por personas que, con problemas de adicción a las drogas, frecuentan estos lugares. En algunos puntos, incluso, se acepta pagar la droga con objetos robados, hecho que todavía incrementa más esta sensación de descontrol en las zonas, sobre todo en el centro de la ciudad, Raval, Gòtic y Barceloneta —y en sitios cercanos, como Sant Antoni o Sant Martí-, desplazados por la presión en el centro.
Durante el año 2025, se han desmantelado más de 70 puntos de venta y consumo de droga en Barcelona, 46 de los cuales derivados de investigaciones policiales que han acabado con entradas y registros, cuando los investigadores —muchas veces de manera coordinada con la Guàrdia Urbana— han tenido bastantes indicios y se ha recibido la autorización judicial para hacerlo. Los datos se han conocido hoy en una nueva reunión de la Junta Local de Seguridad de Barcelona, presidida por la consellera Núria Parlon y el alcalde Jaume Collboni y los jefes de los Mossos y de la Guàrdia Urbana en Barcelona.
De los 70 narcopisos, una treintena se han podido devolver a sus propietarios. Esta presión contra los narcopisos —algunos liderados por personas extranjeras, que tienen personas casi en régimen de esclavitud trabajando, a cambio de droga, en los puntos de venta— ha comportado un total de 94 detenciones relacionadas con el tráfico de drogas, una parte de las 1.280 detenciones por delitos contra la salud pública practicadas hasta junio, un incremento del 23,9% con respecto al año pasado en toda la ciudad de Barcelona.
Menos droga en el puerto y aeropuerto
Las actuaciones contra el tráfico de drogas en la ciudad representan un 23,9% más que en el año 2024. Durante este periodo, también se han intervenido 217 kilos de marihuana, 122 kilos de hachís, 4,3 kilos de cocaína, 6,62 kilos de MDMA, 2,23 kilos de metanfetamina, 323 gramos de ketamina, 300 gramos de cracky 534 gramos de heroína, según los datos de los Mossos. Hay que sumar, a estos datos, las que han intervenido, por su parte, la Guardia Civil y la Policía Nacional, en investigaciones suyas y también en decomisos en el Port de Barcelona o en el aeropuerto del Prat. Durante el año 2025, la Policía Nacional, a través de la Brigada Provincial de Policía Judicial, ha intervenido un total de 1.768 kilos de cocaína, 1.472 kilos de hachís, 957 kilos de marihuana y 601 kilos de MDMA —aunque lo enmarcan en Barcelona, es del laboratorio de Amposta. Por su parte, la Guardia Civil ha decomisado 964 kilos de cocaína, 53 kilos de hachís y 1.198 kilos de marihuana, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno en Catalunya. Los datos, en relación con 2024, bajan ligeramente, según ha podido saber ElCaso.com.